Vecinos de los barrios villamarienses y villanovenses cercanos al río Ctalamochita se preparaban durante la tarde de ayer para la llegada de los picos de creciente anunciados para las próximas horas.
El caso más extremo en cuanto a afectación vecinal es sin dudas el que incluye a los habitantes del barrio Villa Oeste en Villa Nueva, a los que se les sugirió que se retiren de sus hogares ya que el nivel de crecida invadirá el ejido vecinal.
La advertencia, claro está, tiene su fundamento en lo sucedido un año atrás cuando el nivel del cauce alcanzó a la barriada precisamente tras recibir la misma cantidad de agua (390 metros cúbicos por segundo) que eroga desde la madrugada de ayer el Dique Piedras Moras.
Ante la situación, desde el municipio, Defensa Civil y Bomberos de la vecina ciudad se les pidió a los pobladores que abandonen sus viviendas, teniendo en cuenta que el gran volumen de líquido llegará en las primeras horas de mañana.
El pedido fue acatado y la mayoría del los vecinos del sector, tomando todos los recaudos de seguridad correspondiente, se han ido retirando de sus domicilios.
En territorio villanovense también pudo observarse en la víspera los trabajos con maquinarias viales de preparación de terraplenes y la consolidación de terrenos previstos como drenaje de la gran cantidad de agua que se espera.
Fortificados
En Villa María y luego de las condiciones climáticas volvieran a la normalidad (llovió entre 95 y 110 milímetros entre la noche del lunes y madrugada del martes), los frentistas de los barrios Mariano Moreno y Vista Verde trabajaron arduamente para reforzar las puertas, ventanas y aquellos lugares por donde pudiese filtrarse el agua.
Personas con carretillas y palas, otros trasladando ladrillos y arena, junto a aquellos que acumulaban bolsas de material a manera de dique de contención frente a sus propiedades, pudieron observarse en las calles de la barriadas que colindan con el río Ctalamochita.
Con estrategias diversas, pero con un solo objetivo común, aquellos que habitan en la zona de la ciudad que en 2014 recibió un duro golpe, se preparan sin pausas para afrontar lo que pueda deparar la naturaleza en las horas venideras
Por su parte, funcionarios comunales, operarios municipales y referentes de otras instituciones también pudieron percibirse, aunque su tarea era la de monitorear y asegurar todas los frentes del plan de contingencia previsto para cuando el agua del río intente desbordar las defensas barriales.