La suerte de Paola Verónica Ortiz está echada. Porque, indefectiblemente, el juicio que se le sigue terminará en condena. Sin embargo, la sanción que se termine aplicando será consecuencia directa del delito por el que sea hallada culpable.
A priori, si la mujer que está acusada de haber dado muerte a su hija recién nacida en una vivienda de Villa Nueva es declarada autora responsable de “homicidio calificado por el vínculo”, recibirá una única pena: prisión perpetua.
Pero también puede ocurrir que el tribunal cambie esa calificación legal y condene a Ortiz por “abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo”, un delito que es reprimido con prisión que va de los seis años y ocho meses a los 20 años.
Cabe recordar que esa fue la carátula original de la causa al momento de ser elevada a juicio por el exfiscal de Instrucción Félix Martínez, en agosto del año pasado.
Primero, alegatos
En esta tercera y última audiencia de debate, a partir de las 9, formularán sus alegatos el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, y la asesora letrada Silvina Muñoz.
Por como se viene desarrollando el proceso, es un hecho que el acusador público pedirá la pena máxima para la presunta homicida, mientras que la defensora oficial probablemente solicite una condena que esté ubicada dentro de la escala prevista para el “abandono de persona seguido de muerte”.
Ultima palabra
Después de escuchar las conclusiones de las partes, los jueces René Gandarillas (presidente del tribunal), Silvia Saslavsky de Camandone y Osvaldo Samuel le concederán a Ortiz lo que se conoce como “última palabra” e inmediatamente después pasarán a deliberar para dictar sentencia.
Del cónclave final participarán los tres camaristas y los ocho jurados populares titulares, aunque al momento de decidir sobre la culpabilidad o inocencia de la imputada, resolverán Saslavsky de Camandone, Samuel y los jurados (10 votos en total). El juez Gandarillas sólo emitirá su voto en caso de empate.
Detalles del caso
De acuerdo con la acusación, a media mañana del 31 de octubre de 2012 Paola Ortiz dio a luz a una beba de aproximadamente 3 kilos en el dormitorio que ocupaba en la casa de su suegro, Aldo Moreno, sita en cortada Carlos Pellegrini 862, en barrio Residencial América de Villa Nueva.
Tras el alumbramiento, la mujer escondió a la criatura adentro de una mesita de luz, envuelto con una bolsa de tela, y la mantuvo allí por espacio de cinco días, lapso durante el cual la limpiaba periódicamente con lavandina para que no despidiera olores.
Finalmente, alrededor de las 6.50 de la mañana del lunes 5 de noviembre de aquel año, Ortiz salió de la vivienda, caminó hasta el Parque Hipólito Yrigoyen (ubicado a sólo un par de cuadras) y en una zona de pastizales, entre unos asadores y el río, arrojó el cuerpo de la beba luego de meterlo dentro de una bolsa plástica de color negro.
El cadáver, en avanzado estado de descomposición, fue hallado en horas de la tarde de ese mismo día por un vecino villanovense que había ido a comer un asado con su familia a la vera del Ctalamochita.
La joven mujer, de 31 años (nació en Villa María el 29 de marzo de 1983), fue detenida al día siguiente y desde entonces se encuentra privada de la libertad.