Luego de que Guillermo Rocha, titular de la dependencia local de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), asegurara días atrás en EL DIARIO: “Es un orgullo saber que en Villa María no hay una persona discapacitada que no tenga cobertura de ANSES”, el joven Alejandro Montiel salió al cruce del funcionario.
Para Montiel que padece de neurofibromatosis (afección que reduce su capacidad de visión casi por completo) y hace más de dos años tramita sin suerte su pensión, la afirmación de Rocha es “una total falacia”.
“La nota publicada por EL DIARIO en la que habla el director de ANSES, me parece una total mentira, ya que no todos los discapacitados de la ciudad tienen atención”, aseveró el muchacho de 20 años sufre la enfermedad que le provocó la disminución de su capacidad visual en un 90%, realizó todas las gestiones pertinentes para obtener la contribución oficial y en casi todos los espacios a los que acudió los impedimentos y negativas fueron factor común.
“Uno de los discapacitados que se encuentran sin atención soy yo, ya que hace bastante tiempo que vengo gestionando mi pensión y cada vez que intento conocer cómo va el trámite me ponen en espera y como si esto fuera poco, hasta me han preguntado para qué necesito el dinero”, sostuvo el consultado por este matutino.
“Siento una gran vergüenza ajena por todo lo que está sucediendo”, también manifestó Alejandro.
Un largo camino
“Cuando me enteré de que podía obtener una pensión, fui hasta la Dirección de Discapacidad de la Municipalidad. Averigüé y presenté, junto a mis padres, toda la papelería que me pedían para iniciar el expediente. A los pocos días me avisaron que no me la iban a dar... ahí comenzaron las discusiones”, relató Alejandro.
Según consignó el reporteado por este matutino, el planteo negativo desde la comuna tuvo como fundamento que el solicitante “ya tenía obra social y capacidad económica suficiente para mantenerme”.
Desde el municipio remitieron a Montiel hacia la ANSES para que en este organismo reiniciara el trámite, cuestión que finalmente concretó.
En la dependencia, el exestudiante del Instituto Bernardino Rivadavia, que años atrás motorizó y logró concretar un proyecto de un ascensor para discapacitados, presentó una carpeta con las constancias de varios profesionales que certificaban su estado de salud.
Hace un año, cuando la tramitación ya cumplía 23 meses de periplo por diversas oficinas dando pasos burocráticos, desde la UDAI Villa María le informaron a Montiel que su solicitud había sido resuelta con un “dictamen desfavorable”.
Sin desanimarse e insistiendo que la pensión le corresponde, Alejandro sigue luchando para que su posición sea aceptada.
“Me molesta que se aseguren cosas que no son. Resulta injusto para muchos que a pesar de nuestras discapacidades no recibimos la ayuda que otorga el Gobierno nacional”, concluyó.