La polémica en torno de la conformación de la Junta Electoral Municipal no deja de generar puntos de vista y opiniones. En este caso, el tribuno de Cuentas, José Naselli, consideró que la decisión del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de no permitir que sus magistrados integren la Junta Electoral “cayó como un rayo en el tablero político”.
“La reacción del oficialismo fue selvática, cerril, no exenta de un terror mal disimulado. Leo por allí que ceder una eventual mayoría a abogados delegados de los partidos políticos representados en el Concejo constituiría un acto antidemocrático de quienes se autoadjudican la exclusividad opositora”, indicó Naselli.
“Nos guste o no nos guste, cualquier ingeniería reglamentaria que pretenda forzar la letra y el espíritu de la Carta Orgánica Municipal (COM) será un acto de insensato desacato a la ley, un delito tipificado en el Código Penal, ya que les está expresamente prohibido a los legisladores comunales arrogarse facultades constituyentes y, para el caso de una ‘enmienda’´ deben cumplirse rigurosamente los requisitos exigidos para ello”, consideró el referente del Partido Villamariense (PV).
“Resulta curioso, hasta patético, que se descalifique a los partidos de oposición representados en el Deliberante, adjudicándoseles la intención de ‘dejar fuera’ (expresión utilizada por el edil del bloque escindido Acción para Crecer, Ricardo Pereyra) al resto de las organizaciones políticas”, sostuvo el vocal.
“Quienes han quedado ‘fuera’ por decisión propia son los que apañaron, con su cómplice silencio, los innumerables actos de corrupción perpetrados desde los más altos niveles del poder municipal”, fustigó el tribuno.
“Hoy, en vísperas electorales, aparecen, como hongos después de la lluvia, voces que nunca hablaron de estas cosas. Y dicen necesitar una Justicia ‘… que dé garantías de imparcialidad y de transparencia’. ¿De qué Justicia hablan? ¿De la que deja prescribir las causas? ¿De la que no investigó una sola coma? ¿De la que operó como garante de la impunidad mas absoluta?”, subrayó el integrante del Tribunal de Cuentas.
“Ya es tarde para llorar sobre la leche derramada. Vertida por aquellos que, con despreciativo silencio, se convirtieron en partícipes de esa falta de transparencia que hoy tanto les preocupa”, concluyó Naselli.