“Desde el Partido Justicialista lamentamos en estos momentos tener que ocupar parte de nuestro tiempo en aclarar la información incorrecta que la Unión Cívica Radical transmite a la sociedad villamariense en relación a determinados actos de gobierno.
Pero no podemos dejar pasar la confusión en la que incurre Azcona y que trasmite tan “suelto de cuerpo”, ya que por reiterada se transforma en una “forma de hacer política” para nada apegada a la verdad y, por ende, poco transparente.
Efectivamente, el intendente Accastello, en el que fue su último discurso de apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, repasó pormenorizadamente las transformaciones positivas que muestra nuestra ciudad en estos últimos 15 años.
Como así también las políticas que implementó el Gobierno municipal para proyectar y encabezar muchas de estas transformaciones y acompañar otras tantas.
En ese marco, Accastello dedico algunos párrafos a desmentir la cantidad de órdenes de pago que rechazó el Tribunal de Cuentas durante el año 2014, el monto de las mismas y el porcentaje que dicho monto representa en el presupuesto municipal.
Lo expuesto por el intendente desnudó el endeble “relato” opositor que infructuosamente trató de instalar en nuestra sociedad una supuesta falta de transparencia en el manejo de los fondos públicos por parte del Gobierno municipal.
Y aquí empiezan los problemas, no sólo para Azcona. Es tan apabullante la transformación ocurrida en tan poco tiempo en nuestra ciudad que les resulta muy difícil a los partidos de la oposición articular una propuesta, un proyecto que les pueda resultar creíble a los vecinos de la ciudad.
Datos no comparables
Ante esta realidad, les resulta más fácil, más cómodo, intentar desacreditar al Gobierno municipal. Y esto es lo que pretende el presidente de la UCR, sumando peras con manzanas. En su nota, Azcona se refiere a la cantidad de órdenes de pago rechazadas por el Tribunal de Cuentas y el monto de las mismas durante tres años, es decir, durante tres ejercicios contables, abarcando tres presupuestos municipales.
Luego relaciona estos datos con la información suministrada por el intendente, quien en su discurso se refirió al año 2014. Fácil es advertir, entonces, que estos datos no son comparables.
O Azcona recalcula sus datos tomando como base un solo presupuesto municipal o lo multiplica por tres, dado que tres son los años que toma la concejal Landart para hablar de 200 órdenes rechazadas.
Solo así los datos que surjan serán comparables y se podrá hablar con propiedad sobre porcentajes e impacto de órdenes rechazadas sobre el presupuesto municipal.
Mezcla peras y manzanas
Lo otro, lo que hace Azcona, es mezclar peras y manzanas. Y esta mezcla, al igual que otras en las que se agrega “verdura”, hay que dejarlas para quienes están incorporando en el mercado de jugos de fruta instantáneos nuevos sabores. Seguir con esta mezcolanza de datos económicos es una postura política.
Y claro está que es muy bueno tener y defender una postura política. Y en el caso de los partidos políticos hace a su naturaleza, constituyendo, además, la esencia del sistema democrático y republicano de gobierno.
Pero es algo muy, muy distinto, cuando se tiene una postura política malintencionada. Y este repiqueteo opositor permanente y carente de sustento sobre la falta de transparencia del Gobierno municipal se ha transformado en una infame muletilla política que no estamos dispuestos a soportar.
Gerardo Russo, Verónica Vivó y Sebastián Capurro
Autoridades del Partido Justicialista de Villa María