Ocho testigos fueron citados para prestar declaración en la segunda audiencia de debate del juicio que se le sigue a Marcos Rubén Rojas (25) por la violenta muerte de Catalina Bernardiz viuda de Navarro (72), quien fue asesinada de un golpe en la cabeza el 2 de octubre de 2012 en Pozo del Molle.
Rojas comparece imputado como presunto autor de “homicidio calificado por críminis causa” y si el viernes es declarado culpable, recibirá la máxima sanción establecida por el Código Penal de la Nación: prisión perpetua.
El joven nacido en Carrilobo el 25 de junio de 1989, pero con último domicilio en Pozo del Molle, está acusado de haber dado muerte a la septuagenaria para ocultar el robo de 2.500 pesos en efectivo y un anillo de metal dorado.
El proceso oral y público se lleva a cabo en la Cámara del Crimen local, donde jueces técnicos y jurados populares analizan las pruebas obrantes en el expediente que instruyó el fiscal Gustavo Atienza.
De acuerdo con la acusación formulada por Atienza, el martes 2 de octubre de 2012, entre las 15 y las 16, Rojas llegó a la casa de Catalina Bernardiz, ubicada en Tucumán 235 de Pozo del Molle, con la supuesta intención de comprarle una camisa, ya que la mujer tenía un negocio de venta de prendas de vestir.
Siempre según la requisitoria, en momentos que Bernardiz se dio vuelta para buscar la camisa, Rojas la golpeó en la cabeza con un elemento romo (se trataría de un elefante de cerámica que había sobre un aparador), lo que generó que la septuagenaria cayera mortalmente herida al suelo.
El fiscal de la causa añadió que el agresor arrastró el cuerpo hasta el dormitorio principal y lo metió debajo de la cama, lugar donde le asestó tres puntazos en el cuello con un cuchillo de cocina. Sin embargo, la autopsia determinó que la causa eficiente de la muerte fue una hemorragia cerebral causada por el brutal golpe recibido a la altura de la nuca, que le provocó fractura de cráneo.
Cabe recordar que el tribunal técnico está integrado por los jueces René Gandarillas (presidente), Silvia Saslavsky de Camandone y Cecilia Fernández de Ferrero, y junto a ellos, 12 ciudadanos componen el jurado popular que deberá resolver sobre la culpabilidad o inocencia de Rojas.
En tanto, por la parte acusadora intervienen el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, y el abogado cordobés Nicolás Abrile, quien representa al hijo de la víctima, Rogelio Navarro, constituido en la causa como querellante particular.
Por su parte, la Defensa de Rojas es ejercida por los abogados bellvillenses Francisco Lavisse (ahora radicado en Córdoba) y Darío Baggini, mientras que el secretario actuante es Guillermo Picco.
En la primera audiencia del juicio, sustanciada el lunes, declararon seis testigos (el hijo de la víctima, un funcionario policial, tres vecinos mollenses y un hombre con el que la mujer mantenía una relación sentimental).
Previo a ello, y a poco de comenzadas las deliberaciones, Rojas se abstuvo de declarar, sin que ello sea interpretado como presunción de culpabilidad.
Posteriormente, tanto el fiscal Márquez como el abogado de la Querella anticiparon que van a sostener la acusación (Abrile describió a Rojas como “un canalla” que le causó la muerte a Bernardiz “de forma perversa”), mientras que para Lavisse su cliente “es un perejil” y aseguró que “las pruebas en su contra no existen”.
LAS FOTOS
1- En el centro de la imagen el acusado Marcos Rojas. A su lado, los abogados bellvillenses Francisco Lavisse (a la izquierda) y Darío Baggini, sus codefensores
2- De izquierda a derecha, el fiscal Francisco Márquez, el abogado cordobés Nicolás Abrile y el hijo de la víctima, Rogelio Navarro, quien se constituyó en la causa como querellante particular