No me atreví a poner en el título que los amo a todos, sin distinción, no porque salvaron mi casa, sino porque son ejemplo de humanidad, de vida, de respeto por los derechos humanos, de tenacidad y de esperanza. 

Hace casi dos años que no vivo en el barrio, por cuestiones familiares y personales me fui, pero dejé lo que deja todo ser humano en la infatigable tarea de la vida:  su vivienda.  Siempre estuve vinculado con el lugar, mis raíces están ahí, tengo amigos y vecinos que con el tiempo se volvieron parte de mí.

Los que me conocen saben que juntos con otros vecinos (muchos de ellos ya no están físicamente) se trabajó duramente en cimentar el lugar y como ejemplo para rescatar en estos momentos de tragedia, el viejo albardón que resistió esta embestida y otras que pasaron por el barrio; está como para ser mirado, como ejemplo de firmeza, de solidez y de seguridad.

Los que trabajamos desde el llano en las cuestiones sociales y de derechos humanos, muchas veces, cuando hablamos con los jóvenes, nos cuesta encontrar los ejemplos de solidaridad y de compromiso, los que implican mirar al otro y compartir.

Créanme, vecinos y amigos de Vista Verde, que ustedes son el ejemplo vivo de esos atributos que los seres humanos, en circunstancias como las actuales afloran generosamente perdiendo el sentido de lo individual para darle un contenido social y colectivo que, en síntesis, es la esencia de la humanidad.

Como dice Sergio, con quien comparto sus reflexiones, “Los héroes de la película”  (de una película real y filmada a la noche y a pleno día), cuando los vecinos haciendo cadena y dentro del dolor de sentir que se pierde todo, tenían humor, mantuvieron el espíritu altivo para superar la contingencia.

De las cuestiones reales, no inventadas, vividas plenamente  como en este caso, son para reflexionar, porque son un  ejemplo para la comunidad toda, en la que se pone en evidencia el protagonismo de vecinos en determinadas circunstancias y al mismo tiempo esa experiencia deja un aprendizaje y un mensaje positivo, profundo, que lo han escrito con esfuerzo, con fatiga, con dolor del alma, con angustia y con esperanza.

Ese hecho les ha permitido descubrirse y admitir que son capaces de cambiar la realidad, que son idóneos para afrontar situaciones críticas, que son capaces de deliberar, que son capaces de decidir y que son capaces  de ejecutar y de resolver  problemas.

El descubrirse y potenciarse juntos solidariamente es un aprendizaje que lentamente, con pausas y sin retrocesos, es el que va a ir formulando las estrategias adecuadas para solucionar las contingencias que se presenten.

Humildemente creo que es la oportunidad del encuentro, de la reflexión, dejando de lado cuestiones que nos pueden confrontar con quienes tienen la responsabilidad gestora; sí creo que es el momento de hablar con auténtica sinceridad y responsabilidad.

Queridos vecinos todos: lo realizado por ustedes es una forma de ejercer la democracia en plenitud y en libertad.

Mi voz y mis acciones no tienen sentido  sin el grupo y sin un proyecto común que nos permita crecer compartiendo.

 

Prof. Elvio Omar Toscano