Fueron aproximadamente dos horas y media las que pudimos compartir con José María López, el actual campeón del mundo del WTCC. Un encuentro en su casaquinta (La Elvira) ubicada en la avenida de circunvalación de Río Tercero, un predio de seis hectáreas donde no falta nada para que sea placentera la estadía del nuevo monarca argentino (lago artificial, pileta, distintos animales y, además, el museo privado de la familia).

Fueron en total cinco los villamarienses que tuvimos el privilegio de ser recibidos, todo a través de las gestiones de Roberto Castelari (pariente de la familia López).

Con Adolfo Carlström (historiador del automovilismo de Radio Villa María) y Bartolomé Giordano (presidente del Cycles Motor Club de La Palestina que entregó un presente en nombre de la institución) pudimos compartir un momento para conocer más al campeón.

En el living de la casa fuimos recibidos por sus padres y el propio Pechito, que gentilmente se prestó a un diálogo distendido y jugoso, donde no faltaron anécdotas y distintos temas de la actualidad.

-¿Siempre te gustó el automovilismo?

-Yo, la verdad era como Jaimito, me gustaba todo, practicaba rugby, fútbol y básquet, entre otras cosas, pero surgió la posibilidad de correr en karting, todo a través de mi papá.

-¿Que te acordás de esa épocas?

-Ibamos en una Estanciera verde (que ahora está en nuestro museo) y me acuerdo haber corrido en Ticino, uno de los mejores circuitos, también Tancacha, Etruria y Pampayasta, además de algunos rivales en pista como Lucas Fernández (de Villa Nueva), Luciana Lorenzati (Ticino), Marcelo Ciarrochi (Almafuerte), Sergio Farail (Pampayasta) y un piloto que era de La Carlota, muy bueno que corría con buzo azul y no me acuerdo el nombre, todos ellos me hacían renegar en pista. 

Al poco tiempo de debutar tuve un vuelco en el karting con jaulita y dejé de correr por un año, hasta que un día vino Walter Bossano y me alentó para que siguiera, incluso él me acompañó en los primeros tiempos en Europa. Recuerdo que yo hice parte de la escuela primaria, secundaria y terciaria allá y eso no es fácil.

-¿Según tu punto de vista, cuáles son los mejores pilotos argentinos en la actualidad?

-Creo que Matías Rossi es superior, también debo destacar al Bebu Girolami, Agustín Canapino y también hay que sumar a Facundo Chapur que, a pesar de ganar campeonatos en el TN tiene que demostrar toda su capacidad en el Súper TC 2000 y en TC. También hay que mencionar a Norberto Fontana, Cristian Ledesma y Guillermo Ortelli, pero éstos son de otra época. Ojo, ganador de carreras hay muchos, pero campeones son pocos".

-¿Que aprendiste del automovilismo argentino y que pudiste aplicar allá?

-La picardía, acá tenés que estar muy atento a todo, te pasan por cualquier lado, allá te respetan más y cuando corrí en el TC, TC2000 y Top Race me tuve que acostumbrar a eso y lo apliqué en Europa y ellos se sorprenden a veces por las maniobras que hago, eso es netamente argentino.

Por otra parte, acá tuve mucha actividad, corría 40 carreras en el año, eso en Europa no se puede hacer.

-¿Cómo es la relación con los restantes compañeros de equipos en Citroën?

-Diría que normal, no hay que olvidarse que es competición y que los principales rivales son Loeb y Müller, demasiado bien nos llevamos. Además, nunca hay orden de equipo, sólo nos piden respeto, que cuidemos los autos y que corramos; esa es la consigna del equipo. Por otra parte, los autos son iguales, todos disponemos de lo mejor y la prueba está con los resultados del año anterior, donde yo corrí con dos campeones y les gane el certamen.

-¿Por qué hay tanta diferencia entre los Citroën Elisse y el resto de los autos?

-Pasa porque el equipo es de primer nivel, además la terminal francesa, cuando estaba en el rally dominaba; ahora se enfocaron a la pista, pusieron toda la capacidad y los resultados están a la vista. Yo creía que en Termas de Río Hondo la cosa iba a ser más pareja porque, incluso, nosotros probamos menos que el resto; no obstante, también tenemos un buen presupuesto, el resto está a la par en el tema presupuestario, pero no lo pueden demostrar en pista.

-¿Tuviste la oportunidad de cruzarte con algunos de los pilotos con los cuales corrías en el viejo mundo?

-Sí, en la fiesta de la Federación Internacional del Automovilismo, me vino a saludar Lewis Hamilton (actual campeón de la Fórmula Uno), donde aprovechamos para recordar otras épocas y la lucha que habíamos mantenido en pista.

-¿Podría haber algún otro argentino en el WTCC?

-Sí, podría ser, se habla de Matías Rossi y yo le aconsejo que aprenda inglés, que es básico para incorporarse a un equipo europeo. Habría que aprovechar que yo estoy allá para que se sigan sumando, pero no es fácil. Recordemos que Fangio llegó con apoyo del Gobierno nacional y Reutemann con el del ACA; Gabriel Pozzo gracias al Gobierno de Córdoba, mientras que en el caso particular mío es distinto porque ellos vieron que gané en Termas en el debut con un auto del WTCC que no había andado nunca adelante. Otra cosa importante es que no tuvimos que poner dinero para correr en esta oportunidad; los argentinos, además, creemos que tenemos el mejor automovilismo del mundo y eso es complicado, porque en Australia, Inglaterra, Brasil y Estados Unidos, por citar a algunos países, también tienen campeonatos de un gran nivel y también excelentes pilotos.

-¿Cuáles serán tus próximos pasos?

-Ahora me voy a Europa, más concretamente a Ginebra (Suiza), donde vivo y me preparo para el 19 de abril en Marruecos; después vendré a correr a Brasil en el Stock Car, accediendo a una invitación que me hizo Carlos Bueno; me autorizaron y ahora la relación con el equipo es más fluida después de haber alcanzado la corona.

 

De colección

 

En la charla con López, tuvimos la oportunidad de recorrer el museo particular, donde está la mayoría de los trofeos, entre ellos los del WTCC, todos los buzos que utilizó en nuestro país y los que utilizó en Europa hasta al momento; su primer karting, autos que corrió, la cupé Chevy del TC, un Honda del TC2000, algunos cascos, el buzo que utilizaba Fernando Alonso en Renault… Próximamente este museo va a dejar de ser privado para estar habilitado para todo el público con un fin benéfico. En el momento del cierre hubo intercambio de presentes y "Pechito" nos obsequió souvenirs de la terminal Citroën a todos los que habíamos pasado esa tarde mano a mano con el piloto argentino más destacado del momento.

Fueron algunas horas de este mano a mano con José María López, un campeón del mundo del WTCC que por sobre todas las cosas es una persona abierta, franca y un verdadero ejemplo para todos aquellos que practican la actividad.