Gisela Cardozo y Maximiliano Etrat se esfuerzan día a día para que el pequeño Zahir tenga la rehabilitación que necesita para mejorar su calidad de vida.
Es que el pequeño, que el 5 de julio cumplirá cuatro años, tiene parálisis cerebral, lo que lo limita para comer, moverse y comunicarse.
Como mínimo, para ofrecerle al pequeño la rehabilitación necesaria y la alimentación especial que requiere, la familia debería disponer de 5.000 pesos mensuales sólo para Zahir. “Es imposible. Por ahora, estamos haciendo la rehabilitación que nos cubre la obra social (Apross) que es de tres horas y media por semana. Con eso, no empeora, pero tampoco avanza”, señalaron los papás a EL DIARIO.
Por ejemplo, este año no pudieron iniciar la terapia en el agua, porque cada clase cuesta 180 pesos y requieren dos semanales.
El ingreso familiar es el de Maximiliano, quien es empleado municipal. Gisela se aboca al cuidado de Zahir y de sus otras dos pequeñas hijas: Alma, de 6 años, y Amaia, de 11 meses.
“No podemos quedarnos, queremos que Zahir progrese y por eso organizamos esta pollada para el 12 de abril, en el SUOEM, gremio al que agradecemos su apoyo”, dijo.
Lo que recauden será destinado a la rehabilitación intensiva, con más horas y más disciplinas: “Pedimos un presupuesto en el Instituto Rita Bianchi, en Tanti. Todavía no nos dijeron cuánto es, pero sabemos que si podemos llevarlo un mes allí mejorará un poco la situación de Zahir”, explicó Gisela.
También necesitan adquirir un caminador que está equipado con una especie de arnés, que permite hacerlo andar acompañado por un adulto, dando fortaleza a su pequeño cuerpo. Cuesta 2.500 pesos.
“Nosotros no tenemos casa propia y la que nos facilitan, tiene una sola habitación, en la que dormimos todos juntos”, explicaron. Otra acción que necesitan es construir una pieza extra para Zahir.
Alimentación
Por la parálisis cerebral, el pequeño no puede sostener la cabeza erguida, lo que le provoca una severa dificultad para alimentarse. “Toma una leche especial (Nutrilón) que cuesta 180 pesos y consume entre tres y cuatro latas por mes”, indicaron. El resto de los alimentos los ingiere procesados. “Igual, tiene problemas de deglución. Recién venimos de la nutricionista y estamos contentos porque pesa 9 kilos y medio. ¡¡¡Aumentó un kilo!!! Si sigue así, va a estar bien, pero si baja de peso, tienen que hacerle una cirugía para colocarle un botón gástrico que le permita alimentarse directamente por el estómago”, explicaron. En caso de que tenga el botón, requerirá una habitación especial, pintada y exenta de gérmenes, porque esa cirugía le abre una vía por la que pueden ingresar bacterias y provocar infecciones.
No bajar los brazos
Gisela y Maximiliano no bajan los brazos. Desde que nació Zahir están esforzándose más allá de sus posibilidades para que tenga todo lo que necesitan. Llegaron a Tailandia donde le hicieron un tratamiento con células madre. Ahora deben seguir adelante.
El niño no tiene una pensión especial por discapacidad, por lo que el ingreso familiar se limita a un sueldo, insuficiente para el sustento del grupo y la rehabilitación de Zahir. Siguen golpeando puertas, pidiendo ayuda y organizando campañas. Hasta ahora, la recompensa es verlo sonreír.
El dato: Quienes quieran colaborar pueden reservar su pollo a 100 pesos para el 12 de abril llamando al teléfono 0353 - 155642287.