Mientras en los pasillos de la Departamental General San Martín de Policía muchos lamentan el apartamiento (por el momento, sólo de manera temporaria) del hasta hace pocos días titular de la División Investigaciones, EL DIARIO salió a la calle para recoger la opinión de los vecinos.
El comisario Abel García concedió hace diez días una entrevista con EL DIARIO, referida a la prostitución y a la explotación de mujeres, en la que afirmó que la mayoría de las trabajadoras sexuales tienen HIV y que está comprobado el enriquecimiento ilícito de muchos proxenetas, al tiempo que cuestionó a los fiscales de Instrucción por su presunta inacción en el tema.
Este matutino quiso conocer opiniones sobre sus dichos y sobre la medida que tomó la cúpula policial pocos días después de publicada la entrevista.
En tanto, en la edición de mañana, se conocerán declaraciones de Ana Becerra, titular del Tribunal de Conducta Policial, sobre el controvertido caso.

María Fernanda, 34 años

“Primero, creo que si el comisario realizó esas afirmaciones es porque tiene sus fundamentos y conoce estadísticas, necesarias para realizar declaraciones de esta categoría.
Me parece perfecto lo que dijo, lo del SIDA es un problema sanitario, es real y me parece bien que alguien lo diga. García debe manejar información que el común de los ciudadanos no manejamos respecto a la cantidad de enfermos o portadores.
No corresponde que lo separen del cargo. Quizás, de manera temporaria es adecuada una licencia, pero de todos modos considero que fue una medida apresurada.
¿Si fue discriminatorio? Hoy se llama discriminación a cualquier cosa. Lo que hizo es llamar las cosas por su nombre y con esto no estoy atacando a las prostitutas, independientemente del juicio de valor que pueda hacer sobre esa manera de ganarse la vida. García llamó las cosas por su nombre. ¿Acaso vamos a negar la realidad?
Sobre los proxenetas no puedo hacer un juicio de valor, porque no conozco ese mundo.
Quiero comentar que soy docente y me preocupa de manera tremenda el tema de las enfermedades de transmisión sexual. Muchos chicos de Villa María son asiduos consumidores de la oferta sexual que existe.”