Hace pocos meses, en una entrevista concedida a este matutino, Luis Negretti, decano del Instituto de Ciencias Humanas, decía que "la carrera será sin dudas una bisagra, un antes y un después no sólo en nuestra casa, sino en la ciudad y la región". Completando esta afirmación, el director de la flamante carrera, doctor Alberto Daín, propone no sólo una visión pedagógica complementaria, sino además una muy interesante proyección.
Profesor titular de la cátedra de Infectología en la Universidad Nacional de Córdoba durante 30 años, Daín llegó a la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en 2014. "Me buscaron por mis antecedentes y me ofrecieron esta función. Tomé un tiempo para decidir y en junio me integraron como coordinador de la comisión organizadora de la carrera. Desde entonces participé en la elaboración del plan de estudio, que ya fue sometido a la acreditación por la Coneau. Finalmente acepté la dirección de la carrera, que ya se inició con el curso de admisión y que a mediados de abril va a comenzar en forma oficial. Sobre más de 300 inscriptos se prevé un cupo de 60 alumnos de primer año, de los que esperamos se reciban los primeros médicos con formación villamariense".
Formación técnica y también cultural
El doctor habla en un sábado tórrido en el Campus, donde junto a un grupo de docentes participa del Curso de Integración Pedagógica dirigido a quienes serán los profesores de primer año. Al respecto, Daín explica: "Hemos reunido durante cuatro días alrededor de 25 docentes entre titulares, adjuntos y ayudantes, para transmitir la filosofía pedagógica de la carrera. En esta oportunidad no hablamos sólo de medicina, sino de cómo enseñar a enseñar".
-¿Qué características va a tener la carrera de Medicina de Villa María?
-En primer lugar, podemos afirmar que esta no será "una carrera más de Medicina"; pretendemos que tenga sus ingredientes propios rescatando el humanismo del médico y orientada, sobre todo, a la atención primaria de la salud. Queremos formar un profesional que aborde los problemas comunes de la población haciendo hincapié en la medicina ambulatoria.
-¿Cómo es esto?
-Quiere decir que vamos por una atención con nivel científico, pero a la vez con un acercamiento humano necesario para entender al prójimo y ayudarlo como corresponde. Tenemos la pretensión de lograr un médico que no sólo sabe de enfermedades, sino que sea capaz de conocer a la persona en su integridad. Creemos que este rescate es imprescindible porque la sociedad lo está demandando.
-¿Se ha perdido el sentido humanitario en la medicina actual?
-Lamentablemente vamos en ese camino. Si bien es difícil definir todos los factores que han generado esa pérdida, te puedo decir que las condiciones del ejercicio profesional junto a la realidad socioeconómica del médico han conspirado en contra. También, y sobre todo, hay que señalar la tecnificación de la Medicina, que en cierta medida responde a intereses económicos.
-¿Cómo repercutió esta realidad en los profesionales?
-Llevando a que los médicos, poco a poco, hayan perdido la capacidad de razonar, de establecer una comunicación humana y mantener una preocupación real por el paciente como persona. Creo que hay que estimular y satisfacer la necesidad de ayuda de la gente que el ejercicio actual de la medicina impone.
-¿Esta apuesta tiene que ver con que la carrera esté enmarcada en Humanidades?
-Así es. Y también que pertenece a una universidad como la de Villa María, que desde su fundación le ha dado preponderancia a la formación humanista en todas sus carreras. Al punto tal que en Medicina no sólo habrá formación técnica, sino también cultural. La carrera incluye materias como Filosofía, Historia e idiomas. De tal modo, nuestros médicos tendrán un bagaje extra a su formación científica.
-El año pasado editó “Cómo razonar en Medicina”, donde abordó la temática de la formación humanista en su profesión...
-El libro fue publicado por la editorial de esta universidad (Eduvim) y es el producto de haber trabajado durante muchos años en la docencia médica. Resume nuestra experiencia e intenta rescatar los procesos intelectuales que conforman el acto médico. En síntesis: razonar bien para actuar bien.
-En el libro también habla de la necesidad de una intervención profesional con el menor riesgo posible...
-Sí, para evitar la iatrogenia o daño colateral derivado de una acción médica aún con buenas intenciones. Este es un tema candente para discutir a partir de las nuevas tecnologías existentes, ya sea en el diagnóstico como en la terapéutica.
“Made in VM” y con proyección regional
-¿Cómo se encuentra la UNVM a nivel de infraestructura para desarrollar la carrera?
-Bastante bien. He transcurrido más de 40 años en la Universidad de Córdoba y reconozco que hoy disponemos en nuestras casas de altos estudios de mayores recursos económicos. Hay una preocupación oficial por dotar de equipamiento a las universidades públicas y mejores sueldos a sus docentes. En ese sentido, creemos que en Villa María se dan buenas oportunidades para llevar a cabo proyectos como el que nos ocupa.
-¿La UNVM va a trabajar con el Hospital y las clínicas privadas?
-Sí. En nuestra proyección de carrera el alumno va a tomar contacto desde primer año con la realidad sanitaria local, por cuanto pretendemos formar médicos comprometidos con la región. Ya se concretaron convenios para la práctica final obligatoria con instituciones del medio, públicas y privadas, entre ellas el Hospital Pasteur y todas las clínicas importantes de Villa María.
-¿Hay necesidad de médicos en el país?
-En general tenemos una buena cantidad, pero hay problemas en la distribución. Esto se debe a que asistimos a un proceso de despoblación en los centros más alejados y las localidades más pequeñas. La creación de una carrera en "el interior del interior" es algo destacable, porque va a permitir que la formación de médicos se proyecte a poblaciones aledañas, conformando un proceso muy interesante de revitalización social. Esa es nuestra aspiración, que los egresados de Villa María tengan una inserción preferencial en toda la zona de influencia de esta ciudad.
Iván Wielikosielek
-Especial UNVM-