Como el tenista Roger Federer en sus mejores épocas, Alem supo defender su primer lugar en base a su poderío, se lució previo a los cuartos de final y goleó 6-1 a Sportivo Pozo del Molle, en una noche donde todo resultaba perfecto hasta las expulsiones, que marcarán bajas importantes para el “León” en lo que viene.

El fútbol no es tenis y llegar a semejante cifra, se sabe, resulta muy complicado. No obstante, Alem lo hizo con autoridad y, si bien tuvo un lapso donde puso en riesgo su ventaja, encontró los caminos a la goleada de principio a fin, incluso cuando tenía un hombre menos que su rival.

Antes de los 15 minutos, el “León” -sin Emanuel Coria ni Martín Porporatto en cancha- ya ganaba por dos goles, empujado por dos acciones donde Federico Figueroa se hizo fuerte por izquierda para terminar provocando ambas conquistas que definieron Ricardo Juárez, a los 10 m, y luego Tadeo Albiero, a los 13 m.

La búsqueda por izquierda, con Figueroa, Juárez, Dichiara y hasta las subidas de Agosto, marcaron el talón de Aquiles de Sportivo, que debió cambiar al lateral de ese sector (Marcio González), a los 26 m, por una supuesta lesión. 

Más allá de esto, Alem fue superior en todo aspecto y merodeó siempre el tercer gol, pero dilapidó situaciones nítidas (las más claras fueron los “mano a mano” perdidos por Figueroa y Dichiara) que se sintieron con el correr de los minutos.

Es que Sportivo, perdido por perdido, no dejó de intentar jugar hasta que sus delanteros -a veces muy poco acompañados- se juntaron en el descuento, con Pedrazza bajándole la pelota a Pérez, quien encaró muy bien y eludió al arquero para empujarla a la red. 

El gol fue una puerta abierta a la ilusión mollense, ya que Sportivo vio un poco de luz en la movilidad de Pedrazza y en las subidas de Brunetto, un lateral interesante que estuvo muy cerca de empatar con un remate violento que Formosa, de manera espectacular, desvió al córner con manotazo sobre el palo derecho.

Un disparo de Fernández Taibo, por encima del travesaño, también puso en alerta a Alem, que se había tomado unos minutos de relajamiento hasta que, a los 45 minutos, Albiero armó una jugada fantástica, encaró por izquierda, dejó atrás a Suárez y la tocó bien lejos de Maggi, rubricando el 3-1 antes del entretiempo.

El complemento marcó una realidad: Sportivo fue al frente con voluntad, vergüenza deportiva y sin eficacia, y Alem tuvo la jerarquía suficiente para terminar goleando, aún cuando parecía que algo podía complicarse.

El 4-1 llegó tras un tiro de esquina que encontró el cabezazo cruzado de Martínez hacia el palo más lejano, donde Diego “Chumpita” Pedernera apareció para embocarla, también de cabeza.

Figueroa se perdió el quinto, pero la chance luego fue aprovechada por Le Roux, autor de dos golazos que redondearon el resultado abultado. A los 15 m, tras un pase profundo, el volante picó por derecha, vio que Maggi lo fue a buscar afuera y, con un toque primera, definió desde lejos en el 5-1.  Y a los 37 m, en un contragolpe encabezado por José Ledesma, Le Roux encaró solo y, en dos amagues, enloqueció a Romagnoli y al arquero Maggi para finalmente definir con remate violento.

En el medio de las maravillas del volante, Alem tuvo su momento más problemático, ya que primero Formosa vio la roja en una jugada de último recurso (bajó a Pérez afuera del área), y después Dichiara se prendió en una pelea con Pedrazza, algo que vio el asistente y que el árbitro terminó penando con expulsiones directa para ambos.

“No podemos ser tan infantiles”, dijo después Pablo Fernández, enojado por lo sucedido en un partido que, para Alem, debía ser lo más tranquilo posible.

Expulsiones al margen, el “León” completó la primera fase de la mejor manera, siendo el equipo menos goleado y el ganador absoluto de una zona que, en la previa, no lo tenía como el gran candidato y, sin embargo, le abrió el respeto a su fútbol.