Escribe: Dra. Carolina Picotti - ESPECIALISTA EN OFTALMOLOGIA PEDIATRICA
Los niños pueden tener las patologías oculares y los defectos de refracción típicos del adulto, además de otros que son más propios de la infancia, como el estrabismo y la ambliopía (ojo vago). En todos los casos, el diagnóstico y tratamiento precoz, antes de que el ojo complete su evolución, hacia los 8 años, evitará que el problema ocular persista en la edad adulta.
Para ello, es importante prestar atención a una serie de síntomas que puede manifestar la presencia de alguna patología o trastorno ocular en el pequeño, así como realizar una revisión oftalmológica completa a nuestros hijos a partir de los 3 ó 4 años, especialmente si hay antecedentes en la familia de algún trastorno ocular, y tratarlo antes de los 8 años.
Las principales patologías oculares en la infancia son:
- Estrabismo: pérdida del paralelismo de los ojos, con desviación ocular alternante o no (hacia dentro, hacia fuera, hacia arriba o hacia abajo). Puede tratarse con gafas o lentes o con cirugía.
- Ambliopía (ojo vago): baja visión de uno o ambos ojos por una falta de uso durante el desarrollo visual (antes de los 8 años). Al ver bien por uno de los ojos, el niño se desenvuelve con normalidad y no se detecta hasta que se hace una revisión rutinaria. Puede tratarse con oclusión del ojo sano (parche) durante un tiempo, colirio dilatador para provocar visión borrosa en el ojo sano o gafas con graduación no necesaria en el ojo bueno.
- Defectos refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo): desenfocan los objetos en la retina. Pueden tratarse con gafas, lentes o cirugía refractiva.