La última crecida del río Ctalamochita dejó al cauce en un estado similar al que causó la creciente registrada en 2014, por lo que el Gobierno de Guillermo Cavagnero planteará a Recursos Hídricos de la Provincia la posibilidad de efectuar una nueva limpieza para quitar los enormes bancos de arena.
Así lo confirmó ayer a EL DIARIO el presidente del Concejo Deliberante, Natalio Graglia.
Además, el edil afirmó que en la última crecida el nivel superó los cuatro metros y medio de altura y dijo que Villa Oeste retorna a la normalidad. Asimismo, admitió que de no ser por el canal de desvío realizado durante 2014, hubiese ocurrido lo mismo que en marzo de ese año, cuando el agua cruzó todo el casco urbano de la localidad.
Detalles
“El río prácticamente ya está en un cauce normal y con buenas expectativas porque ingresamos en un período de poca lluvia. Esta vez el tratamiento y la preparación fue distinta, pero tuvimos como condimento extra las precipitaciones en la zona, que generaron mucho daño. No sufrimos lo que nos pasó el año pasado, pero otras localidades sí, por las abundantes lluvias”, expresó el exsecretario de Gobierno y Obras Públicas.
Si bien este verano se lanzaron, como máximo, 390 metros cúbicos por segundo desde el Piedras Moras (en febrero/marzo de 2014 se llegó a 650), consideró que el caudal fue similar al pico recibido en la temporada anterior.
“Las variables han sido distintas y eso nos confundía. El año pasado se dio la particularidad que desde Embalse hasta acá no llovía, mientras que en esta oportunidad sí; hubo grandes precipitaciones en toda la cuenca y eso provocó un aumento en el nivel del Ctalamochita, aun cuando no se elevaba la erogación del Piedras Moras”, confirmó el entrevistado.
En este contexto, puntualizó que hace dos semanas el nivel superó los cuatro metros y medio, según la medición ubicada en el puente Andino. Por lo general, se usa la regla del puente Juan Bautista Alberdi, pero ante los desbordes del cauce, pierde representatividad. La del Andino sirve para graficar “porque es la que marca el ingreso del agua a la ciudad”.
“Si se compara el panorama de esta temporada con el de la anterior, prácticamente fue el mismo, lo que cambió fue las consecuencias. Nos sirvió mucho la experiencia de no haber dejado embalsar el agua en la ruta 2, además de la limpieza, porque se desmontó el paleocauce”, ilustró.
“Si no hubiese sido por el canal de desvío, no tengo dudas de que el agua hubiese pasado por toda la ciudad nuevamente”, confesó.
Ese desagüe “se activó a partir de que el nivel alcanzara los 3 ó 3,5 metros de altura”.
El legislador local apuntó, además, que el cauce volvió a quedar en un estado similar al que dejó la histórica crecida de 2014, que demandó un “dragado” de parte de Villa Nueva y Villa María.
“Nuevamente tenemos bancos de arena y éste será un punto a tratar con Recursos Hídricos. No hay que perder de vista eso, tenemos tiempo y experiencia. El año pasado tratamos de plasmar todo por escrito para que quede el registro histórico de lo que se hizo ante una situación como la vivida”, contextualizó.
Villa Oeste
Por otra parte, indicó que lo que se buscó en el último suceso fue que el agua saliera del barrio Villa Oeste rápidamente. No obstante, advirtió que ese es un sector siempre inundable “cuando el río supera los tres metros”. La situación “afectó a varias viviendas, pero en menor cantidad que la del año anterior, mientras que sus calles fueron alcanzadas en su totalidad”, informó.