Peritos forenses de Gendarmería Nacional que trabajaron el martes pasado en una vivienda de Inriville donde hallaron restos óseos descartaron que las piezas sean humanas y, menos aún, que tengan relación con Mariela Bortot (40), la mujer que desapareció el 25 de enero de 2014.
Sobre los restos hallados se informó que, tras peritajes y análisis, se constató que se trata de osamenta de animales, aunque el operativo realizado anteayer en forma conjunta con efectivos policiales generó interés en la población de esa localidad que estimó poder estar frente al principio del esclarecimiento de la ausencia de la mujer.
El martes pasado, gendarmes y policías ingresaron a una vivienda situada a pocos metros del edificio de Correos, anteriormente ocupada por un doctor de apellido Bosco, fallecido hace un año, donde inspeccionaron con una georradar el amplio patio.
Pese a los resultados negativos, se informó que los gendarmes continúan realizando estudios del terreno en un campo del intendente Marcos Redrigué y en otros puntos de la región.
El rastreo mediante georradar fue ordenado por la Fiscalía de Instrucción de la causa, a cargo de Gustavo Zuchiatti, y la tarea se realiza sobre cuadrículas con ángulos de 90 grados, lo que permite llevar a cabo una lectura precisa del terreno y detectar la totalidad de sus componentes.