Escribe: Pablo Luna Broggi

 

Dicen que lo mejor siempre está por venir y el elenco villamariense sabía que enfrente tenía la gran oportunidad de quebrar el mal arranque de campeonato. Con la inclusión de Zabala de arranque, acompañado en ofensiva de la experiencia de Delfino y Contreras, el “Aurinegro” apostaba a la victoria.

Por su parte, Española venía de vencer en el duelo villanovense a Alem y tenía en mente también continuar por la senda victoriosa, más allá del duro rival al que debía enfrentar.

A los dos minutos, fue Unión quien avisó tras una linda pared entre “Teté” Contreras y Zabala, que este último definió con un potente disparo que apenas se fue desviado del arco contrario.

En la jugada posterior los dirigidos por Andrada devolvieron gentilezas y atacaron por medio de Joel Guilhen, pero el joven atacante “gallego” remató por arriba del travesaño.

Luego de sendas llegadas, el partido bajó su intensidad y los equipos comenzaron a disputar el balón en mitad de cancha. Ninguno de los dos era claro y no podían hacerse con el dominio de las acciones de juego por completo. La pelota estaba un poco más en los pies de los jugadores de Unión, pero el conjunto villanovense era más punzante, apostando al buen pie de sus mediocampistas y a la velocidad, y oportunismo, de sus delanteros.

Este planteo ajedrecístico del partido se cortó a los 17 minutos, cuando se generó un tumulto liderado por Racca en el que se reclamaba que Unión no había devuelto la pelota cuando debía hacerlo por cortesía. El árbitro amonestó al capitán de Española, mientras los locales reclamaban roja y penal. Entre tanto desconcierto, los 22 protagonistas se alteraron y el partido se puso violento.

Para peor, cinco minutos más tarde, tras un exquisito pase de “tres dedos” de César Contreras, Zabala definió sutilmente por encima del uno local y decretó la apertura del marcador.

Española perdía, pero tenía de principal aliado al tiempo. Faltaba mucho aún y, más allá de que no jugaba bien, le quedaban muchos minutos para intentar torcer la historia.

Morello, Guilhen y Russo eran quienes más intentaban inquietar a Leonardo Morales, pero el uno local es sin dudas un arquero de otra categoría y lo demostró. La seguridad que brindó el guardametas fue esencial para el resultado final.

En el complementó coronó su gran actuación salvando el empate transitorio, desviando del ángulo y con mano cambiada, un violento y preciso remate de Guilhen.

Española empujaba cada vez más, intentando lograr la paridad del marcador, pero el fastidio de su entrenador denotaba la clara señal de que no estaban jugando bien. Los característicos circuitos de juego no aparecían en el “Gallego” y el tiempo se agotaba.

Las esperanzas de la visita se sepultaron por completo cuando, luego de un preciso centro de Zabala y de varios rebotes en el arco rival, Fernando Cabrera se encargó de definir con un fuerte remate para sellar la victoria local.

Sobre el final, un soberbio tiro libre de Nicolás Morello se coló en el ángulo izquierdo de Morales y abrió una nueva incógnita en el resultado definitivo del partido, pero no había tiempo para más. 

Española jugó mal y perdió con justicia. Su DT, Claudio “Pele” Andrada, se fue preocupado porque es muy consciente de lo que produjo su equipo, pero con la tranquilidad de que el campeonato recién comienza. Unión, por su parte, podría haber jugado un poco mejor, pero le alcanzó para lograr su primer victoria en el campeonato. La inteligencia, la experiencia y el buen juego de los dirigidos por Sachetto se conjugaron en 90 minutos y lograron tres puntos muy importantes.

 

La figura