Un Alumni apático en el principio del juego se inyectó fútbol con un gol espectacular y levantó un partido difícil hasta terminar ganando 3-2, en el inicio de la serie de cuartos de final del Torneo Provincial.

Aunque Social y Deportivo Melo resultó más duro de lo pensado, el equipo villamariense se recostó en su poder de gol, jugó de menor a mayor y se quedó con los tres puntos de local, así como pide el manual de las definiciones de ida y vuelta.

Dormido en el arranque, Alumni se vio sorprendido por la visita, que venía de ganar su zona con 18 puntos y demostró ese carisma de líder durante 20 minutos interesantes de toques, movimientos justos en la mitad de la cancha y un delantero picante: Rodrigo Germani.

En ese lapso se desnudaron todas las falencias del “Fortinero”, por las dudas de los centrales, la poca recuperación en la mitad de la cancha y la llamativa falta de precisión de Daniel Ramírez, el eje del equipo.

Si el visitante no se puso en ventaja rápido fue porque Leonel Luciani sí estuvo en su plenitud, tapando primero un mano a mano ante Aimaretti y luego un disparo de larga distancia del propio volante. Y otra chance desperdiciada por Melo se dio por cabezazo desviado de Bonetto.

Sin embargo, a los 17’ Germani picó tras un pase milimétrico, la empaló ante la salida de Luciani y Facundo Depetris, en su intento por despejar, la pifió y se la dejó servida para que la empujara de cabeza y estableciera el 1-0, ante el delirio de los casi 350 simpatizantes que se llegaron desde Melo. 

Alumni no salió del asombro y otra vez Luciani debió convertirse en salvador, tres minutos después, para desviar un remate del propio Germani, quien había captado un regalo de Kranevitter, en la puerta del área.

Apenas algunas trepadas de sus volantes externos y un par de avisos en el juego por arriba sostenían un poco el fútbol de Alumni. Pero todo cambió a los 27’, cuando Franco Gozzerino dejó su sello imborrable, a su estilo: Tomó la pelota en el campo propio, por el callejón del “4”, encaró a pura gambeta, pasó entre dos, luego a otro, se hizo el espacio en la puerta del área y en plena carrera definió de zurda al palo izquierdo del arquero Mendoza. Sin dudas, un golazo memorable. Un gol tan impactante que modificó el escenario.

Es que, a partir de allí, Alumni sacó a relucir su espíritu y su ritmo, acechando por afuera, pero también distribuyendo por el medio, con mayor lucidez de González que de Ramírez, pero con el compromiso de ambos.

Como consecuencia de esa búsqueda llegó el 2-1, producto de un lateral que hizo Gozzerino, que pelearon Depetris y Chiocarello y que definió González.

Social y Deportivo Melo tuvo como respuesta un tiro libre bien ejecutado por Germani, pero que nuevamente encontró las manos impecables de Luciani.

 

Algo mejor

Previo al pitazo final de la primera etapa, Alumni también tuvo otra posibilidad en los pies de Chiocarello, con un disparo que se fue apenas elevado.

No obstante, en el complemento esa mejoría del equipo se acentuó porque Ramírez volvió a ser el volante que todos conocen, entonces aparecieron más Juan Valle, desde la izquierda, y también Manzanares, por la derecha. Y los delanteros vieron pelotas más claras, a pesar del retroceso de Melo, que casi siempre trató de defenderse replegado para salir de contragolpe.

De todas maneras, en el mejor momento fortinero el visitante llegó al empate, aprovechando la presencia de su máximo goleador, Francisco Sona, quien debió ingresar desde el banco porque arrastraba un par de lesiones. 

Fue a los 23’ cuando el delantero captó un centro de Crespo para establecer el 2-2 y obligar otra vez al local a mejorar para lograr el triunfo.

En ese instante, el partido fue más entretenido, con Alumni lanzado al ataque -llevado por un magnífico Gozzerino, además del juego de González y Ramírez- y Melo tratando de capitalizar algunas de las dudas del local en defensa.

El ingreso de Matías Barbuio también marcó una tendencia en Alumni, que llegaba hasta el área, pero carecía de la puntada final, hasta que a los 30’ Ramírez habilitó a Depetris, quien llegó a una pelota que parecía perdida y la mandó al área, por donde Chiocarello, con su estirpe de goleador, la embocó de cabeza en el 3-2.

En los minutos finales Alumni tuvo posibilidades de golear y las dilapidó, sobre todo una muy clara en la que Gozzerino dejó solo a “Fede” Depetris y éste la tiró afuera. 

A pesar de esa faceta, el elenco fortinero terminó justificando la victoria con dominio de acciones y control de pelota, algo que seguramente le servirá como experiencia para afrontar la revancha. 

 

La figura