Como consecuencia de las graves lesiones sufridas en la cabeza, tras ser brutalmente golpeado por la espalda y en el suelo en medio de una violenta discusión por cuestiones de tránsito, murió ayer en esta ciudad un conocido vecino de Villa Nueva, estrecho colaborador del Club Leandro N. Alem.

Marcos Pablo Negro dejó de existir alrededor de las 17 mientras permanecía internado en la Unidad de Terapia Intensiva de la Clínica San Martín, en estado de coma y con pronóstico reservado, producto de la feroz agresión recibida frente a la gruta de la Virgen de Pompeya.

Poco después de producido el deceso de Negro, la Policía se hizo presente en el domicilio de uno de los presuntos agresores, extraoficialmente identificado como Oscar Alberto Pessuto, quien fue detenido y puesto a disposición de la Justicia, al tiempo que se procuraba dar con el paradero del otro sospechoso, aunque hasta el cierre de esta edición no había sido localizado.

También de manera extraoficial trascendió que se trataría de un hermano del detenido, llamado Marcos Pessuto, aunque todavía no estaba del todo claro si era él quien lo acompañaba en el automóvil del primero cuando se produjo el violento altercado callejero.

 

Se temían represalias

 

La presencia policial en la casa ubicada en Comercio 544 de la vecina ciudad no sólo obedeció a la detención del sospechoso, sino también ante una serie de rumores que preanunciaban un posible acto de represalia por parte de la hinchada del Club Alem ante el deceso de Negro.

Al caer la noche, se pudo observar en el lugar dos móviles de la Patrulla Preventiva y al menos cinco uniformados portando armas largas, mientras que a no más de 50 metros de allí, más precisamente a la vuelta del inmueble de Pessuto, se habían juntado unos 40 simpatizantes del equipo Tricolor, aunque no provocaron incidentes.

 

Un hombre de Alem

 

Marcos Negro fue un estrecho colaborador de los cuerpos técnicos de Alem y era hijo del también conocido dirigente radical villanovense Juan Carlos Negro, de 72 años, quien fue concejal y miembro del Tribunal de Cuenta de la vecina ciudad, además de ser el fundador de una escuela de karate.

Según pudo saberse, Marcos era padre de cuatro hijos (tres mujeres y un varón, todos jóvenes o adolescentes) y la hija menor del matrimonio había cumplido 15 años el pasado 15 de marzo, es decir apenas dos días antes del violento episodio callejero.

Por otra parte, al ser consultado por EL DIARIO, el abogado villamariense Luis Caronni anticipó que junto a su colega Florencia Arcángelo, se presentarán hoy en los Tribunales locales para constituirse en la causa como querellantes particulares en representación de la esposa y los hijos de Negro.

Pese al feriado por el Día de la Memoria, ambos letrados concurrirán a la sede de la Fiscalía de turno para formalizar la presentación, que mañana será remitida a la Fiscalía de Instrucción a cargo de Silvia Maldonado, donde lleva adelante la investigación del suceso.

Cabe señalar que hasta ayer la funcionaria instruía la causa por “lesiones graves”, pero ante el deceso de Negro cambia la calificación legal y desde hoy los sospechosos serán formalmente acusados como presuntos coautores de “homicidio en riña”.

Marcos Negro, de 44 años (12 de junio de 1970) y más conocido por familiares y amigos como “Colo” o “Colorado” en razón del color de su cabello, fue brutalmente golpeado en la cabeza luego de mantener una discusión verbal con Pessuto por cuestiones de tránsito, mientras circulaban por el puente Juan Bautista Alberdi, en horas de la tarde del martes pasado.

 

Una testigo clave

 

De acuerdo a los datos aportados por la esposa de la víctima, Ivana Gaspar, quien acompañaba a su marido en el coche familiar, la riña comenzó cuando Negro intentó rebasar a otro automóvil que, según relató la mujer, no le hacía lugar.

A partir de allí ambos conductores intercambiaron agresiones verbales y llegaron “a las manos” unos metros más adelante. Primero hubo bocinazos, después algunos insultos y más tarde se produjo una acalorada discusión de auto a auto.

“Mi marido le tocó bocina al auto que estaba al frente; lo quiso pasar por la izquierda, pero no lo dejaron. Se miraron, se insultaron y empezaron a pelear”, contó Gaspar a la emisora local Radio Show.

La tensión aumentó hasta que ambos conductores detuvieron sus vehículos apenas cruzaron el puente, ya del lado de Villa María. Y fue allí donde se registró la pelea.

Siempre de acuerdo con el relato de la esposa de Negro, las dos personas que iban en el otro auto “le pegaron en la cabeza cuando estaba tirado en el piso. Cuando me di vuelta para pedir que alguien lo ayudara, él ya estaba en el suelo recibiendo patadas”.

Malherido, Negro fue trasladado al Hospital Pasteur, pero 12 horas después fue dado de alta. Sin embargo, sufrió un deterioro neurológico y fue internado en la Clínica San Martín, donde le diagnosticaron “hipertensión craneana e hidrocefalia”, con lesiones a nivel del cerebelo.

Negro cayó en estado de inconsciencia, por lo que fue necesario sedarlo y conectarlo a un respirador. Así permaneció hasta la media tarde de ayer, cuando se produjo su deceso a raíz de un paro cardiorrespiratorio del que no pudo ser reanimado.

Los restos de Negro, quien vivía junto a su familia en Belgrano 1291, de Villa Nueva, son velados en la sala que la funeraria Paviotti posee en 9 de Julio y Lima de la vecina ciudad, aunque el servicio está a cargo de la Empresa Manelli. Asimismo, se informó que el sepelio se realizará a las 11.30, en el cementerio San José.