“Desde la crisis de 2001, muchos pensaron que los partidos se habían extinguido y se daba paso a la política, donde los liderazgos de popularidad remplazaban a las organizaciones con base territorial. Parecía que todo iba a darse de esa manera y con esa tendencia, pero hoy ya no es así.
La Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) tuvo armonía, una pacífica deliberación de los 300 representantes y una decisión democrática ejemplar.
Los perdedores aceptaron el resultado, el cual les dio a los correligionarios mucho más que una estrategia de alianzas y un candidato presidencial. Recuperó el partido político.
No existen en el mundo más de cinco democracias que se gobiernan sin partidos de las 130 que hay. Son microestados aislados.
Lo cierto es que la democracia sin verdaderos partidos aún no se inventó para los países con gran extensión territorial porque la representación de masas depende de la popularidad, pero tiene su base en la organización territorial.
El mérito de Macri no es el carisma ni haber sido presidente de Boca, sino entender que había que construir un partido para aspirar al Gobierno. Pero lo cierto es que el PRO, como partido con organización territorial, no ha alcanzado a desarrollarse y es dependiente de la popularidad de su líder. Por eso, en este acuerdo, el radicalismo pone la estructura y se lleva los cargos legislativos y provinciales, Macri pone la intención de voto y, quizás, se lleve la Presidencia.
La diferencia es que, si falla, en 2019 seguirá habiendo UCR, pero no PRO.
Ahora bien, que Ernesto Sanz compita por la Presidencia en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) no es testimonial, ya que genera amparo a 24 candidatos a gobernador y nos permite a los referentes provinciales aprovechar a Macri para la campaña, sin renegar del radicalismo nacional. Pero, atención, que el acuerdo UCR-PRO potencia la candidatura de Macri, pero al mismo tiempo fortalece aun más la estructura institucional de la UCR.
Muestra de valentía
Pero lo mejor de esta Convención es la recuperación de la UCR como partido político. De la debacle electoral de 2011 a esta fuerza que ahora es disputada de izquierda a derecha y que habíamos perdido nuestra propia autoestima política. Hoy los propios dirigentes demostraron una capacidad de maniobra sorprendente.
Era impensable cuatro años atrás que la UCR sintonizaría con el macrismo y que los sectores alfonsinistas aceptarían este destino. Pero el partido ha dado muestras, en esta convención, de valentía, realismo y fortaleza. Volvió a beber de sus fuentes krausianas para alejar el fantasma de los dogmatismos y concluir que los acuerdos sobre políticas no tienen que afectar los valores.
Sanz tuvo por detrás el apoyo del radicalismo cordobés, que fue el primer distrito en señalar ese camino.
Con la nominación del mendocino, dirigentes como Oscar Aguad, Ramón Mestre o Mario Negri tienen luz verde para cerrar un acuerdo local con el PRO y, hasta cierto punto, con el menguado Frente Cívico de Luis Juez.
Pero sin dejar de lado al sector que le tocó perder en la Convención, su conducta orgánica en esta oportunidad es más necesaria que nunca en el acompañamiento a Sanz, ya que ayudará a fortalecer la maquina partidaria y la aceitará hasta ponerla a punto para que la UCR se destaque como lo que proclama ser: un partido de ejemplaridad democrática, con políticos formados con debate y argumento y que también es la gran fuerza nacional del equilibrio y capaz de gobernar.
Hoy es la oportunidad de volver a ser grandes protagonistas de la política argentina. En las PASO es importante el apoyo a Sanz, para que haya una diferencia con Macri que demuestre una actitud política competitiva.
Con la mala experiencia de la Alianza, la UCR dejó en la orfandad partidaria a la mitad de los argentinos. La otra mitad mantuvo la paternidad del peronismo.
Creo de buena fe, y aun con mucho por hacer y terreno que recuperar, que tal vez la Convención radical nos esté indicando el regreso de la Patria potestad compartida”.
Juan Romeo Benzo
Vicepresidente de la Unión Cívica Radical de Villa María
“La Convención Nacional de la UCR ha tomado la decisión; la acataremos y trabajaremos para lograr radicalismo por el partido y para el partido, demostrando una actitud democrática, madura y política.
Acá nada se ha quebrado, nada ha muerto, como muchos pretenden. Estamos en un momento de transición y seguiremos dando la lucha para volver a estar a la altura de las circunstancias...”.
Del muro de Facebook de Felipe Botta, de la Juventud de la UCR