Muchas veces las personas solemos hacernos una idea acerca de un tema o, lo que es peor, compramos hecha ya una idea acerca de un asunto cualquiera y la repetimos sin verificarla o comprobar rigurosamente la veracidad de tal idea. Una de esos juicios, tan difundidos en el imaginario popular es aquel que asegura que los jóvenes no leen.
Consultamos con un librero de la ciudad para contrastar aquella opinión popular con la expreriencia de alguien que está en el negocio de los libros.
Esto dijo:
“Es absolutamente falsa la idea de que los jóvenes y los adolescentes no leen; es un prejuicio y hay que derrumbarlo. Es una de las tantas ideas sin fundamento que mucha gente repite sin contrastarla con datos de la realidad. Nosotros, que estamos todos los días detrás del mostrador de una librería, vemos que los jóvenes y los adolescentes leen cada día más”, asegura sin dudar Eduardo Perrotta, dueño de Expolibro.
“Tengo más de 30 años en el negocio y puedo asegurar que, efectivamente, en los 90 los jóvenes leían menos que ahora; pero hoy, y desde hace ya varios años, esa realidad ha cambiado mucho. Quizá los chicos más chicos, de la escuela primaria, no lean tanto por su cuenta, pero cuando ingresan en la adolescencia comienzan a leer”, señala el librero.
Ante la aseveración de Perrota, la pregunta surge sola: ¿cuáles son los libros que más consumen los chicos?
El espectro es variado: sagas fantásticas, tecnología, historia, política.
Perrota estima que el fenómeno del regreso de los más jóvenes a la lectura tiene que ver con varios factores: la promoción a la lectura que se hace desde la escuela, el grado de accesibilidad económica que permite comprar libros, el regreso a la participación política o a la militancia, la necesidad de estar informados acerca de los adelantos en materia tencnológica y el simple y llano placer de leer, de adentrarse en el mundo que proponen los diversos autores.
“Además, aunque no sea un artículo de bajo costo, el libro es una muy buena opción de regalo y, de hecho, se regala mucho”, confia el librero.
Consultado sobre la supuesta batalla computadoras versus libros, Perrota señala que, de acuerdo a su experiencia, tanto la computadora con sus opciones web o juegos como el televisor con sus series “han potenciado muchísimo la lectura, la estimulan, la promueven. Los jóvenes o adolescentes ven algo en Internet y enseguida vienen a buscar material relacionado”, señala el librero.
Lo cierto es que si uno se toma el tiempo necesario y se queda por espacio de una hora en la libería, podrá comprobar que, efectivamente, el libro goza de buena salud y no sólo entre jóvenes y adolescentes.
Leer: una sana costumbre.