“Lo único que hizo mi hijo fue ayudar a su hermana a subir al escenario para sacarse una foto con el cantante; entonces, dos patovicas del grupo lo sacaron a los empujones y golpes del baile y en la vereda le siguieron pegando. Lo dejaron todo moreteado, se ensañaron con él”, dijo con la voz quebrada por la angustia Cecilia Ramírez ayer a EL DIARIO.
Ramírez es la madre de Rudy Ghirardi, de 20 años, quien acudió junto con su hermana Milena, de 18 años, el viernes a la noche a un baile en el salón del Club Chañares de James Craik en el que tocaba la banda cuartetera La Fiesta.
“Ellos se criaron escuchando esa música y lo admiran mucho al cantante, pero los patovicas se pasaron de violentos. Está bien si lo quieren sacar, pero no tiene ningún sentido que lo golpeen como lo golpearon, es una locura”, se quejó la mujer.
La madre de la víctima explicó a este matutino que formuló la denuncia en la sede policial craikense y que tras la golpiza su hijo fue atendido tanto en el hospital de aquella localidad como por una médica amiga de la familia.
“Mi hijo tiene el cuerpo y la boca reventada por los golpes, pero por suerte no tiene nada roto”, apuntó la denunciante.
“Quiero hacer público este episodio de violencia para que no le pase a otro adolescente. Estamos en un pueblo, no en una gran ciudad, no puedo creer que en este lugar, siempre tranquilo, pasen estas cosas”, agregó Ramírez.
No hay detenidos
El violento episodio, según la denuncia, tuvo lugar alrededor de las 4 de la madrugada y “de no ser por la Policía, que se los sacó de las manos a los agresores, no sé qué hubiera pasado. Estoy muy agradecida a la Policía”, agregó Ramírez.
Consultada sobre si hay detenidos por el hecho, la mujer dijo que “no” y explicó que “en la Comisaría, donde hice la denuncia, me pidieron los nombres de los agresores, que los tengo que averiguar”.
Llama la atención que efectivos policiales le hayan “sacado de las manos” a los patovicas al chico agredido, pero que no hayan detenido a los presuntos agresores.
Por fortuna, el joven golpeado no deberá permanecer internado y era llevado ayer a la casa familiar ubicada en la zona rural de James Craik, según dijo su madre.