El capitán Ricardo Lástrico dijo luego del partido: “Creo que hicimos dos tiempos totalmente diferentes. Un tiempo que jugamos a la intensidad a la que nosotros queremos, y creo que el segundo tiempo, más allá de las virtudes de ellos en un 80% es por falencias nuestras en la intensidad, en concentración y por ahí creer que está definido el partido y empezar a jugar a otra cosa o hacerlo individualmente, cuando jugar colectivamente, ordenado y concentrado es lo que nos dio, en el primer tiempo, la diferencia”.
“Esto es una final y el margen de error es cada vez más chico. Acá sabemos, llevábamos 26 puntos de ventaja y terminamos con 6 puntos. En una final no hay nada definido. El básquet es un juego que da oportunidades y nosotros no tenemos que dárselas al rival. Si se repite tener una diferencia así, que ellos la limen por un buen trabajo y no por errores nuestros”, concluyó el jugador.
Abel Aristimuño, la figura del partido del viernes, comentó a EL DIARIO: “Sacar una diferencia te permite jugar, de alguna manera, tranquilo. Nosotros en un momento nos planteamos ganar por mucho más, pero en el último cuarto, me parece, entramos demasiado relajados, no creo que en las palabras, pero sí inconscientemente, y tenemos la capacidad de sacar muchos puntos en pocos minutos, pero también los perdemos en dos o tres minutos y ellos nos pueden remontar 10 ó 12 puntos, como nos pasó. Tendremos que tratar de mejorar eso”.
Sobre el espectacular marco de espectadores que tuvo el partido del viernes, Aristimuño comentó: “Hay que agradecerle a la gente que vino y esperemos que se pueda repetir el domingo (por hoy)”.