Seis manos se están fabricando en este momento en la Tecnoteca con la impresora 3D para niños y jóvenes de toda la provincia.

Es que desde el momento en que la Tecnoteca le entregó la prótesis de la mano derecha hecha con la impresora 3D a Mario Bertello (ver aparte), llovieron llamados desde todo el país con iguales o mayores necesidades a las cuales los profesionales locales están tratando de dar respuestas.

“No hay nada como poder hacer lo que a uno lo apasiona y que al mismo tiempo sea significativo para otro”, se enorgulleció Gustavo Cierra, coordinador del Centro de Innovación Tecnológica y Procesos Productivos de la Tecnoteca que tiene a cargo estos proyectos.

“En base a la repercusión de esa primera mano que hicimos con Mario, enseguida empezamos a recibir muchos pedidos desde todo el país”, destacó. 

Las manos que ya se imprimieron y que están en proceso de perfeccionamiento son para Bautista, de Cruz del Eje; Martina y Agustina, de Córdoba capital; Ignacio, de Las Perdices, y Jaquelín, de Villa María, quienes tienen entre 3 y 11 años, y Nicolás, de Morrison, que tiene 20. Según estimó Cierra, podrían entregárselas a principios de abril. Son construidas con un plástico biodegradable llamado PLA y a un costo aproximado de $400.

Gustavo asegura que los sorprendió la repercusión que tuvo el proyecto de la mano de Mario “porque no éramos los primeros en hacer algo así” y “hemos tenido pedidos de piernas, brazos y prótesis para animales, que dejamos para más adelante, pero mientras tanto vamos investigando. Además, llamaron desde Mendoza, Santa Fe, Buenos Aires y toda la provincia de Córdoba”.

Desde la Tecnoteca decidieron afrontar estos nuevos desafíos porque “ya tenemos los archivos y lo único que tenemos que hacer es editar los tamaños y algunas cosas, entonces les fuimos dando curso a ese tipo de necesidades que nosotros podemos resolver”.

“De estas manos, hay tres niños menores de 5 años y el movimiento que tienen en la muñeca es poquito, por lo tanto la mano no va a ser funcional, no se va a poder cerrar”, apuntó, y por eso es que “junto a Favio Miylo, Marcelo Guezzi y German Bossio estamos diseñando para agregarle un motorcito que permita que termine de hacer el movimiento y la mano se pueda cerrar”.

Cierra enfatizó que “nosotros estamos siendo como tutores de dos chicos que han hecho un curso de prototipado 3D en el verano y quisieron participar; básicamente, las están haciendo ellos” y, además, adelantó que a futuro “la idea es que esto lo trabajen los chicos en los colegios y nosotros sólo vamos a estar enseñando cómo se hace la impresión”.

 

La metodología

Primero se realiza una entrevista con la familia “y se le genera una expectativa correcta, tratamos de bajarla, de hecho, al punto de ponernos en contra y que ellos nos convenzan de que lo hagamos”, indicó Cierra, quien aprovechó para agradecer a las autoridades municipales y de la Universidad Popular por permitir llevar adelante estos proyectos. Posteriormente, se toman las medidas de las manos, se sacan muchas fotos y se inicia la impresión

“Después los volvemos a llamar para ver si las medidas coinciden con la mano y una vez ensamblada, los volvemos a llamar para probar el funcionamiento y hacer correcciones. Luego se entrega”, enumeró, sobre los pasos que se siguieron con los seis jóvenes.

Estas seis manos son idénticas a la primera que realizaron, pero serán las últimas de ese tipo. “Es que estamos siendo asesorados permanentemente por el equipo de Darwin Research, que está liderado por Rodrigo Pérez Weiss, quien con un equipo participan de un programa nacional llamado Argentina 3D y están trabajando en investigación para diseñar nuevos archivos con nuevos formatos de manos”, sostuvo. 

Adelantó que “las próximas van a ser más estéticas y con un material flexible, por lo tanto ya no llevan tornillos de metal, sino que la falange está vinculado con un material flexible, lo que va a hacer que sea mucho más liviana y, por otro lado, que la punta de los dedos sea flexible, por lo tanto va a ser más fácil a la hora de agarrar”.

La idea de realizar los seis prototipos al mismo tiempo es para que los niños y jóvenes puedan conocerse entre sí “y así vean que no es algo anormal, se hacen amigos entre ellos y eso ayuda a asimilar la situación mucho más fácilmente, aunque muchas veces les cuesta asimilar la situación más a los padres que a los chicos, los chicos no tienen problemas de nada, lo ven como algo divertido”, cerró.