A dos cuadras de la plaza capitán de los Andes, en pleno centro de Villa Nueva, los vecinos reniegan por el pésimo estado de las calles.
Precisamente sobre calle Mitre, las cuadras a la altura del 1300 y 1400, la situación es desastrosa para la circulación de los vehículos por la cantidad de pozos, barro y agua que presentan.
“Vivimos a dos cuadras de la plaza y parece que estamos en la periferia”, reclamó una vecina mientras señalaba a un vehículo que intentaba cruzar la esquina, quien agregó: “¿Se supone que esto es el centro de la ciudad?”.
El inconveniente es que las dos cuadras presentan muchos pozos y el problema se agrava en las esquinas. “Es imposible intentar cruzar la calle con el auto sin que te toque abajo”, afirmó la señora, haciendo referencia a la intersección de Mitre e Independencia.
En el caso de la cuadra a la altura 1300, antes de llegar a Libertad, en medio de la arteria hay una serie de lomas y pozos en forma consecutiva que provocan que la circulación de los vehículos deba ser a paso de hombre.
A esto, además, se le suma la gran cantidad de agua y barro que está acumulada, que no deja visibilizar los pozos. “Te quedás un rato parado acá y ves enseguida cómo cada persona que pasa termina insultando al aire porque se le va a romper el auto”, graficó.
La señora aseguró que “hice reclamos y sé que varios vecinos también, a la Municipalidad porque con esta situación no se puede seguir más, hace mucho tiempo que está así, pero por supuesto que no dieron ningún tipo de respuesta”.
“Cada vez que llueve la calle está inutilizable por varios días, el barro lo tenés metido adentro de tu casa todo el tiempo y el auto prácticamente se te queda empantanado”, se quejó la frentista.
“Encima se dan el lujo de anunciar que van a arreglar la plaza, cuando a dos cuadras la ciudad se viene abajo, pero claro, vienen las elecciones”, planteó enojada la señora.
Al hacer un recorrido por el lugar se puede observar que la Mitre no es la única arteria que presenta este problema, sino que varias esquinas de ese sector están visiblemente deterioradas y llenas de agua, como sucede en varias cuadras de la Deán Funes.