El programa de movilidad estudiantil es una fuente de ricas historias de vida, nuevas experiencias y fortalecedoras vivencias. Brenda Maldonado Campos y Eva del Angel Rangel, dos jóvenes mexicanas estudiantes de agronomía, vienen a reforzar estos postulados en carne propia.
Ambas llegaron juntas hace pocas semanas, en el marco de esta modalidad que utilizan universidades de diversos países.
Brenda y Eva cursan la carrera en la mexicana Universidad Autónoma de Aguascalientes, donde están ya en el sexto semestre de ocho en total. Conversan animadamente sobre la experiencia, que durará hasta el mes de julio y que las llevará de vuelta a su ciudad con un semestre más aprobado. Las comparaciones surgen en la conversación y abarcan diversos órdenes: lo académico, lo cultural, el trato e idiosincrasia de las personas.
En lo que se refiere estrictamente a la carrera, ambas coinciden en que la propuesta de la UNVM, bajo la órbita del Instituto AP de Ciencias Básicas y Aplicadas, hace más hincapié en la teoría que en la práctica, al contrario de la modalidad empleada en Aguascalientes, donde la formación de los agrónomos refuerza mucho más el ejercicio profesional. El octavo y último semestre está planteado como una experiencia completamente a campo.
Consultadas sobre las expectativas antes de llegar, Eva y Brenda señalan que esperaban encontrarse con otro panorama en el trato con la gente, al son de los conocidos comentarios sobre la forma de ser del argentino. Felizmente, tras pocos días de estadía, las dos manifiestan que están siendo muy bien tratadas.
El alojamiento fue gestionado por la UNVM en un departamento céntrico. El programa de Movilidad Estudiantil no comprende becas, por lo que los traslados aéreos y el alojamiento van por cuenta de los estudiantes. En este sentido, las jóvenes destacan que eligieron Argentina porque económicamente resulta más accesible que otros destinos del programa. Una vez realizada esta opción, investigaron posibles universidades y eligieron la propuesta académica de la casa de altos estudios villamariense.
Por supuesto que quienes participan de un programa de este tipo no aspiran sólo a llevarse una experiencia académica. Brenda y Eva vinieron atraídas por conocer otra forma de vida y su expectativa es conocer un poco más el país. Buenos Aires y la Patagonia están entre los destinos que esperan abarcar.