Escribe
Juan José Coronel
Domingo, 21 horas. En el Hotel República nos dicen que ya nos atiende, porque se está bañando. Fueron dos días previos de visita a peñas de Boca y la tercera es en Villa Nueva. Baja solo, como cuando era dueño del medio de Boca. Saluda amablemente. Eso es algo que se notará en toda la charla con Mauricio “Chicho” Serna. El gran ídolo xeneize que habló en exclusiva con EL DIARIO.
Detrás de la sonrisa, cuesta entender que hable tan tranquilo alguien que hacía sentir el rigor a sus rivales. Raspador como pocos, también como pocos entendió lo que era jugar en Boca. Sabe que en poco tiempo logró mucho, inclusive el reconocimiento de grandes ídolos como Antonio Rattín. Si alguien le pregunta si es el máximo número 5 de la historia de Boca, se ríe mucho más y tajante dice: “Eso no lo voy a afirmar yo”.
En tan sólo cinco meses logró que la hinchada le cantara lo que alguna vez fue de Blas Giunta. El Huevo/Huevo/Huevo, cambió de destinatario pero se quita protagonismo. “Yo creo mucho en el destino. El destino está marcado el día en que nacemos. Y seguro el mío lo estaba para ponerme la camiseta de Boca y para triunfar. Más allá de cómo logra cada uno el triunfo, parece que ‘Chicho’ Serna estaba hecho a la medida de Boca, pero también que Boca estaba hecho a la medida para que ‘Chicho’ encajara. Para mí fue toda una vida ahí, por más que estuve cuatro años y medio, que fueron para toda la vida”.
Habla de la camada en la que le tocó estar. De las más gloriosas de Boca. El no conformarse, además de un trabajo excelente de Carlos Bianchi y muy bueno desde la dirigencia en cuanto a la compra de jugadores, pueden ser el resumen de esos años.
Recuerda, y habla de cuando apenas llegó a Argentina. El interés de Racing y la aparición de Boca que lo hizo pedirle a su representante que lo mandara allí. Además “Jorge Bermúdez y Oscar Córdoba fueron vitales para mi adaptación rápida”.
Palabra de ídolo
Mauricio sabe lo que genera en el hincha, se reconoce un “hombre de Boca” y que está por encima de cualquier candidatura política, aunque se mostró con Jorge Amor Ameal en 2011. “Pero eso no significa que me llame Daniel Angelici y no me siente a hablar de fútbol, o que tomemos un café. Porque soy eso también, un hombre de fútbol. Algunos tienen la suerte de trabajar en el club, otros lo deseamos, pero por lo menos me atienden de la mejor manera cuando voy, no sólo la gente, sino los directivos”.
Se sabe de su amistad con Juan Román Riquelme y de la admiración para con Carlos Bianchi. Del “10” dijo: “Mereció otro trato, tenía que salir por la puerta grande. Yo lo digo desde lo que vi, como hincha de Boca y es que el jugador más importante de la historia es Román. La salida de Carlos Bianchi le dolió, pero son las reglas del juego cuando los jugadores no juegan bien y cuando el técnico no le encuentra la vuelta a eso”.
Boca hoy
Habla sobre los jugadores de ahora y se deja entrever un gusto personal por Adrián Cubas, el mediocampista de Boca, quien “tiene un mundo importante por recorrer, pero conociendo muy bien la posición”.
Opina de la actualidad del equipo de Arruabarrena. Desconfía de la seriedad de un torneo largo, pero sabe que Boca está bien, que “gana partidos que antes empataba o perdía, y por eso va bien en la Copa Libertadores”. Aunque tal vez lo mejor que ve es “la armonía del grupo” para resultados positivos. Y él lo sabe bien. Esa fue una de las cosas que lo llevaron a ser parte de la historia grande, al ganar tres torneos locales, dos Libertadores y una Intercontinental. Pero además, a convertirse en el ídolo que, inoxidable tras el paso del tiempo, sigue generando la admiración popular como le demostraron el pasado domingo los hinchas de Boca de la región que le fueron a agradecer toda su vida en esos cuatro años y medio.
Ovacionado
Más de 250 personas hicieron explotar uno de los salones de la Asociación Española, donde “Chicho” Serna se presentó el domingo por la noche, en una cena organizada por la peña “Villa Nueva en Boca de Todos”.
Mientras “Chicho” terminaba de dar la nota a EL DIARIO, todo el mundo iba llegando al lugar elegido para un reencuentro que tardó trece años. Es que Serna dejó a Boca en 2002, pero nunca a su hinchada. La espera se iba pasando entre la Copa Libertadores y la Copa Argentina que se exhibían para que el recuerdo tuviese aún más ingredientes imborrables. Fue junto a esa primera Copa que el colombiano levantó en dos oportunidades, que fueron pasando de a uno, todos los boquenses. Apenas llegó pidió que se comiera en calma y que el tiempo iba a sobrar para todos. Y así fue.
La noche entre cantos, banderas y videos que recordaban su paso por la institución, alimentaba las ganas de estar cerca. De saludarle y agradecerle por tanto. Pero no sólo de parte de la gente que le sigue mostrando apoyo y cariño incondicional, sino desde la Municipalidad de Villa Nueva, al hacerle entrega del reconocimiento de Personalidad Destacada en el ámbito deportivo municipal y social. Con el dato de que el intendente Guillermo Cavagnero es hincha de River, a lo que “Chicho” luego de agradecer, comentó: “Aunque sea de River, es un hijo y hay que cuidarlo”, entre risas.
Palabra de campeón
En el punto de mayor pasión, cuando todos lo aplaudían, le tocó hablar. Luego de tanto reconocimiento, le tocaba a él dar su parte que, como dijo, “es poca comparada a los hinchas; nosotros dimos el 100, pero ustedes devuelven el triple”. Y aseguró: “La vida me sonrió de muchas maneras. Uno dice que es bueno ganarse la Lotería. ‘Chicho’ Serna se la ganó y sin dinero de por medio. Teniendo una buena familia, buenos padres, buena educación, una buena sangre futbolística. Pude haber sido bueno, regular o mal futbolista, pero nadie puede decir que soy mala persona”. Así comenzaba un discurso que para los que estaban ahí, fue una demostración de humildad y agradecimiento que tiene para con “los enfermos de Boca, porque son diferentes a todos”.
Frases como: “Me jugué todo por Boca”, “me gané al público a patadas, pero sabía que tenía que ser así, por eso fue el lugar justo”, “el tiempo que estuve en Boca fue la vida para mí” o “cambié felicidad por dinero” cuando se fue de Boca a México, logrando que los hinchas lo ovacionaran cada vez más fuerte.
“Lo que logramos no fue sólo de Bianchi y los futbolistas. Fue de todo un país. Fue toda la Argentina que disfrutó, con muchos muriéndose de la rabia, pero con la gran mayoría, que somos los bosteros la mitad más uno, pudimos festejar”, comentó ante los aplausos de un salón repleto.