El dictamen del Tribunal de Cuentas de la Municipalidad de Villa Nueva ratificó ayer lo que había informado el intendente Guillermo Cavagnero en enero pasado: las cuentas terminaron 2014 con un superávit de 4.724.398,68 pesos.
Esta es la primera vez desde que el mandatario asumió el poder, en diciembre de 2007, que los números son positivos, viniendo a quebrar una deuda constante año a año.
Si bien hubo dos dictámenes, uno avalando el estado de ejecución presupuestaria al 31 de diciembre pasado y otro rechazándolo, en este último no se desmiente esa cifra positiva.
Los tribunos pertenecientes al oficialismo, Alicia Gorno y Francisco Bordini, consideraron que se “presenta razonablemente la información de acuerdo a normas contables”. Por su parte, el presidente del órgano, el radical Ignacio Tagni, manifestó su “rechazo rotundo” a la ejecución presupuestaria aunque sin poner en tela de juicio el sobrante.
Indiferencia del Gobierno
El titular del cuerpo revisor de cuentas, Tagni, aseveró que a lo largo del año que pasó presentó más de 250 pedidos informes a distintas áreas de la comuna, pero sólo le respondieron en dos oportunidades.
Detalló que cada solicitud la realizó por “falta de información, documentación, etcétera, todos recaudos necesarios para poder actuar”. También hizo alusión a la violación en las formas, al no seguirse “en muchos casos los procedimientos correspondientes que deben llevarse a cabo al momento de aprobar una orden de pago” y al incumplimiento en las normas de fondo, citando el convenio entre la comuna y la Fundación de la Universidad Nacional de Villa María para poner en marcha el Profam.
Ordenes cumplimentadas
Otro de los rasgos sobresalientes de los dictamenes que se conocieron en la víspera fue el relativo a las órdenes cumplimentadas. Durante muchos años los tribunos se quejaron porque recibían muy pocas órdenes de pago cumplimentadas.
Esto cambió en 2013 y se mantuvo en 2014. Así, el año pasado tuvieron en sus manos el 92,46% de las órdenes de pago y adelantos de sueldos que habían visado previamente, un número muy alto en comparación con períodos anteriores en los que los revisores de Cuentas solían no tener los papeles necesarios para constatar los pagos que habían visado.