El testigo Héctor Rodolfo Cohen identificó ayer a varios imputados como sus torturadores en La Perla, al declarar en el marco del juicio que se lleva a cabo en los Tribunales Federales de Córdoba por crímenes de lesa humanidad cometidos en ese centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico-militar.
Cohen declaró en relación a su secuestro ocurrido en la noche del 31 de agosto de 1977, cuando un grupo de civil ingresó a su domicilio y, sin mediar orden judicial, lo llevó al predio militar de La Perla.
Relató que durante su secuestro le colocaron una venda que estaba floja en los ojos, lo que le permitió identificar a algunos de los participantes del secuestro que se habían hecho pasar por policías
Dijo que, en esas circunstancias, “me gritaban mucho, me metían manos en los bolsillos para ver si tenía plata. Sé que se llevaron tipo saqueo unos electrodomésticos y otras cosas”.
En su declaración identificó, entre los que participaron de su secuestro, a los coimputados Luis Alberto Manzanelli, alias “El hombre del violín”; Ricardo Lardone, apodado “Fogo”; Carlos Alberto Vega, también conocido como “Vergara”, y a Enrique Maffei, además del ya fallecido Aldo “Villegas” Checchi.
Durante su declaración señaló que a ellos “pude verlos y en todas las escenas de tortura eran los mismos” y aclaró que “Manzanelli, en ese momento, para mí era Luis. Luego, en una reconstrucción hecha a posteriori, supe que él era Manzanelli. Villegas para mí era Villegas, no Checchi; Lardone era “Fogo” y Vega era el único que recuerdo haber conocido su nombre en La Perla”.
Cohen contó detalladamente las condiciones vividas en La Perla y recordó a los compañeros de militancia en el Partido Comunista Revolucionario (PCR) con los que se encontró: Alberto Colaski, Osvaldo Torres, uno de apellido Luna, Gustavo Serra, Elida Colela y Cristina Ahumada”.
Preso “por ser judío”
Posteriormente declaró Gregorio Berman en relación a su secuestro y a la persecución que sufrió su familia, al recordar que en el año 1975 fue allanada la clínica psiquiátrica de su padre, Santiago Berman, “en busca de una ‘cárcel del pueblo’ del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Mi padre sacó una solicitada diciendo que se habían llevado electrodomésticos. Mi cuñado y mi hermana, Ulises y Alejandra Berman, se tuvieron que exiliar”.
Relató que el 27 de abril de 1976 a las 4 de la mañana rodearon la manzana, tiraron la puerta, en la calle Juncal, y su padre fue detenido y llevado a Sierra Chica.
Indicó que en enero de 1978 lo detuvieron en la vía pública y lo llevaron al Departamento de Informaciones de la Policía provincial (D2) donde “me pusieron la cabeza en una bolsa de arpillera, me tiraron a un rincón y me pegaban con palos; creo que era por ser judío”.