Un grupo de intendentes encargó un estudio topográfico para conocer si el desborde del río Ctalamochita en el nacimiento del arroyo San José, a la altura de Pampayasta, fue natural o intencional.
Así lo confirmaron algunos jefes comunales que son parte de esta solicitud, de un total que supera la media docena y que van desde Luca a Idiazábal, incluyendo Chazón, Pasco, Ticino, Ausonia y La Laguna, entre otros.
Las inundaciones y amenazas de ingreso de la masa de agua a algunas poblaciones dispararon diversas conjeturas sobre el origen de las mismas, ya que los desbordes de algunas cuencas sorprendieron después de décadas y no se habían reactivado el año anterior cuando el río Ctalamochita afectó con mayor magnitud otras ciudades como Villa María. Mientras varios mandatarios debieron resolver urgencias y conseguir permisos para romper rutas y así hacer drenar las aguas, los rumores ganaron las calles y los vecinos de la región fueron subiendo el tono y señalando por dónde podría haber sido provocado. Tratando de mantener la paz social, los funcionarios evitaron levantar el índice y tras salvar sus pueblos de la invasión hídrica, avanzaron en conseguir información veraz. En ese sentido, encargaron un estudio topográfico que estarían llevando a cabo ingenieros civiles e ingenieros de hidráulica, para “ver si alguien tiene responsabilidad o es un desborde natural”, confió uno de los intendentes.
No culpables
Si bien todas las miradas estuvieron apuntadas esos días en el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, la fuente consultada remarcó que “no se trata de buscar culpables, queremos ver qué ha pasado”. Sin embargo, ante los fuertes rumores que llegaron a la cabecera del Departamento General San Martín, circuló un parte de prensa que desligó responsabilidades del Ejecutivo villamariense detallando las obras de dragado que se realizaron meses anteriores en el lecho del río. Allí, especificaron que los trabajos se concentraron entre el puente Andino (ruta nacional 158 y las compuertas del Balneario Municipal “Juan Carlos Mulinetti”.
“La duda está en la canalización que pudo haber donde nace el arroyo San José” y que “complicó toda la cuenca”, deslizó el vocero en referencia a las aguas que se sumaron a la cañada de Lucas (que, por ejemplo, cruza por debajo de la ruta nacional 158 a la altura de la localidad de Luca, hacia Dalmacio Vélez) y más allá se habrían unido con parte de la cuenca del Tegua (pasa al sur de Dalmacio, hacia Las Perdices) y complicó a Chazón, donde el ancho de los hasta entonces reducidos hilos de agua se transformaron en un frente de cinco kilómetros para cortar el tránsito vehicular en la ruta provincial 4, entre los puentes Victoria y del arroyo Chazón.
No fue normal
“Queremos ver qué ha pasado, porque lo que vivimos no fue normal, algún brazo del río se abrió por acá y necesitamos un estudio para saber las causas. Padecíamos más los pueblos que estamos lejos del río que quienes están a sus orillas o atravesados por el mismo”, expresó otro de los jefes comunales afectados durante los días en que el ex-Tercero multiplicó su caudal.
Añadió que “fueron seis días en que vimos correr un brazo del río, cuando estamos a más de 30 kilómetros de sus márgenes. Eso nos llamó la atención, había todo tipo de peces… Claro que no queremos que se inunde ninguna población, que nadie sufra la inundación, pero no se trata de perjudicar a otro”, sentenció nuestro consultado.
Franco Gazzoli