“Te impacta que una familia no tenga para comer, te impacta que un niño a los 10 años tenga un cáncer, te impacta que un anciano no sea digno de vivir bien y en buenas condiciones, las escuelitas rurales te impactan, chicos llegado a caballo o caminando, tras recorrer muchos kilómetros... Todo te impacta”. Así resumió Lucrecia Carlström lo que fueron dos años de intenso trabajo junto a Las Iguanas Solidarias, este grupo que se ha convertido en un referente de solidaridad en la ciudad y la región.
Cumplieron dos años el pasado 1 de abril y la presidenta de la comisión del grupo destacó que “ha superado nuestras expectativas estar dos años trabajando intensamente como lo venimos haciendo”.
Antes de que la organización se conformara, con el objetivo de ayudar a los damnificados por las trágicas inundaciones en La Plata, cada uno de los 12 integrantes colaboraba como podía, de modo individual. “Demostramos la energía que teníamos acumulada este grupo de personas con el deseo de trabajar para el otro”, explica Lucrecia.
El Facebook de las Iguanas no descansa. Es por esa vía a través de las cual muchas personas se contactan para solicitar ayuda o con intenciones de donar algo. Es que se han convertido en una especie de intermediario entre la sociedad y los necesitados y a ellos acuden desde gente que necesita dinero para una operación hasta personas de bajos recursos que necesitan un colchón.
“No paramos nunca, muchas cosas las hacemos en forma anónima, pero en ningún momento descansamos; en este momento, por ejemplo, está Gonzalo en la calle con su camioneta recolectando donaciones de gente que nos escribe por Facebook diciendo que tiene algo para dar”, agregó.
A Lucrecia le llama la atención “la demanda constante que hay de la gente en cuanto a necesidades, ya sea de comida, por enfermedad o por trabajo, es impresionante”.
Es una realidad que conocían de la ciudad, pero admite que “el que no está inmerso las desconoce y no sabe que existen, o las ve como muy lejanas... No, pobreza no hay, niños enfermos no, ancianos en mal estado, no... La mayoría de la gente te dice eso porque no lo conoce”.
Uno se asoma por el gabín que tienen sobre avenida Savio y Dorrego y puede verlo repleto de cosas que fueron donadas para que las entreguen a quien más lo necesite. “Es una barbaridad, vive lleno ese gabín, lo vaciamos para las inundaciones y se volvió a llenar, eso refleja la seriedad y la credibilidad que tenemos para la gente”, contó, y dijo que “me enorgullece terriblemente y superó todas las expectativas que tenía porque creí que iba a ser un grupo de amigos que iba a ayudar en alguna que otra causa y no tan intensamente y durante tantos años”.
Tanto reconocimiento, confianza y llegada a los ciudadanos puede ser un cóctel apetecible para el aprovechamiento político. Sin embargo, Lucrecia asegura que “a nivel político, no se ha acercado nadie y al que lo hizo siempre le dijimos que sólo queríamos ayudar a la gente, sin colgarnos ninguna bandera”.
Las Iguanas Solidarias intentan que el trabajo solidario sea anónimo. “Por eso, si hay gente que nos ha ayudado, le dejamos en claro que no vamos a destacar la gran ayuda recibida por tal, sino que lo aceptamos si lo hace como cualquier otro ciudadano”.
El grupo está conformado por una comisión de 12 miembros, de los cuales 10 trabajan constantemente a disposición de una llamada telefónica o un mensaje en Facebook. “Después se suman amigos o colaboradores que ayudan en determinadas campañas”, dijo Lucrecia, quien adelantó que tienen en marcha el trámite para inscribirse legalmente como asociación civil.