La tarde soleada del domingo de Pascua comenzó con un minuto de silencio muy respetado en homenaje al dirigente fortinero Daniel Esper, fallecido el pasado sábado (homenaje que se repitió en todos los escenarios del fútbol local). El cotejo enfrentaba a dos equipos que se disputarían ser escoltas del líder Alumni en la Zona B.
Los diez primeros minutos del encuentro, más allá de que no existió jugada de peligro alguna, la superioridad fue de Argentino, reflejada en el manejo de pelota y en la intención de juego en busca de la apertura del marcador. Liderados por el “Lana” Díaz, los dirigidos por Christian Romero obligaban a los defensores locales a no distraerse ni un segundo, porque con presión alta y triangulaciones precisas, llevaban bastante peligro al arco aurinegro.
Los pases quirúrgicos de Claudio Díaz, y la referencia de Ramiro Cortez como punta de lanza de la estructura ofensiva del “lobo”, complicaban bastante a los centrales del conjunto de calle Rucci.
La más clara para los de barrio Nicolás Avellaneda apareció a los 25 minutos, cuando Cortez la picó sobre Leonardo Morales y Fernández con desesperación logró despejarla sobre la línea cuando el delantero albiazul ya gritaba su conquista.
Dos minutos más tarde, ambos protagonistas volvieron a enfrentarse y el uno local volvió a prevalecer sobre el atacante visitante, tapándole un potente remate al palo derecho y ahogándole nuevamente el gol a la parcialidad del “Lobo”.
Por su parte, los dirigidos por Sachetto recién pudieron escapar de la asfixia propuesta por Argentino a los 32 minutos, cuando una corrida de Zabala lo enfrentó a Michael Becco y el hábil jugador local de la picó, pero no lo logró definir por escasos centímetros.
El telón del primer acto cayó luego de un potente tiro libre de Melano que contuvo sin problemas Leonardo Morales.
El complemento fue muy similar a los primeros 45 minutos, con la diferencia de que la superioridad estuvo del lado de Unión. El local entró al campo de juego más convencido y tranquilo y anuló por completo el juego de su rival. No llevó peligro al arco defendido por Becco, pero se defendió con la pelota en los pies. Cerró el partido con total autoridad y no lo ganó porque nunca se animó.
Sachetto con inteligencia, hizo los cambios justos en el momento indicado, como si se tratara de una partida de ajedrez. A los 15 minutos del segundo tiempo sacó de la cancha a Delfino, Zabala y Contreras, exhaustos por el trajín del primer tiempo y los remplazó por el experimentado Reynoso, y por Geremía y Villalba, restando peligrosidad pero ganando seguridad defensiva e intensidad en medio campo.
Unión sabía que enfrentaba a un duro rival, quizás de los más complicados del campeonato, por lo que el empate le servía, más teniendo en cuenta la posición de ambos y sabiendo del 0 a 0 de River, que los dejaba a ambos como escoltas solitarios de Alumni.
Con el paso de los minutos, a pesar del ingreso de Mauro Fuente, Argentino también cerró el “quiero” cuando veía que no lo podía ganar y la igualdad le servía para mantener su lugar expectante en el campeonato.
Tal fue la paridad entre ambos equipos, que el resumen del partido indica que lo podría haber ganado quien hubiese marcado el gol. Como ninguno pudo lograrlo el empate fue totalmente justo y ambos planteles se fueron conformes con lo conseguido.
La figura
Leonardo Morales. El joven arquero de Unión Central demostró nuevamente toda su jerarquía y mantuvo la valla invicta en un partido bastante complicado.
El árbitro
Claudio Moyano. Tuvo un arbitraje aceptable. No tuvo complicaciones y manejó de la mejor manera el partido.