El domingo por la noche, tras casi una hora de espera, comenzaron a sonar los acordes sobre el escenario del Sobral, con la participación de los universitarios Sabrina Vera y Cristian Uñátez Luna como certero aperitivo.
Luego de dos interpretaciones (como “Canción por llegar”) salió a escena -con las luces bajas- el conjunto Luz de Agua, integrado por Claudio Bolzani (guitarras y voz), Fernando Silva (contrabajo y violoncello) y Sebastián Macchi (piano y voz), junto a los invitados: el guitarrista Juanjo Bartolomé de Córdoba y -sorpresivamente- el villamariense Lucho Cuviello en percusión. En el promedio del recital se sumaría Renata, una violinista proveniente de Río de Janeiro, para interpretar la obra “Enero”. El grupo, más allá de piezas instrumentales como “Los viajes”, se valió mayoritariamente de la cuidada producción discográfica homónima, basada en la musicalización de poemas del prolífico escritor entrerriano Juan L. Ortiz, Juanele. En su delicado libro de acompañamiento, la formación destaca: “Es un diálogo sin tiempo, de amor y profundo respeto”. Desde ese compromiso, Luz de Agua ofreció un recital cálido, minimalista, de suaves texturas, abonadas a la mansedumbre de un arrullo sonoro e ilustradas por palabras de contorno natural: “Rama de sauce”, “Tarde otoñal” o “Fui al río”, con su mántrico verso “Me atravesaba un río”.
J.R.S.