El camarista Félix Martínez le impuso ayer una condena de cinco años de prisión a un ciudadano chileno que fue juzgado por un asalto perpetrado en mayo de 2014 en una vivienda de barrio Rivadavia, pero como estaba debiendo parte de una sanción impuesta en la provincia de Mendoza, se unificaron ambas sentencias en cinco años y dos meses de cárcel.
Esteban Orlando Ledesma Córdoba, de 23 años, fue declarado autor responsable de “robo calificado por uso de arma” (en este caso, un cuchillo), por un hecho que tuvo como víctima a un joven villamariense al que había conocido horas antes en un boliche bailable de Villa Nueva.
El atraco se produjo en el domicilio particular del damnificado, al que ambos concurrieron luego de salir de “Aruba Summer”, donde habían acordado mantener relaciones sexuales, supuestamente a cambio de 100 pesos.
De acuerdo con la acusación, el chileno amenazó al dueño de casa con un cuchillo de unos 30 centímetros que sacó de un cajón de la cocina y, en esas circunstancias, lo desapoderó de una notebook (hasta hubo un forcejeo) y se dio a la fuga.
Hace 11 meses
El hecho se produjo a primera hora de la mañana del sábado 10 de mayo del año pasado. Según Ledesma Córdoba, mientras se encontraban en la confitería villanovense, su joven amigo le habría ofrecido la suma de dinero antes descripta a cambio de tener sexo.
Siempre de acuerdo a los dichos del chileno, antes de irse le reclamó los 100 pesos que presuntamente habían acordado en Aruba, pero el dueño de casa se negó a pagárselos. Fue allí cuando se produjo una discusión, hasta que el ahora condenado sujeto extrajo un cuchillo de grandes dimensiones que había en un cajón de la cocina y, bajo amenazas, le sustrajo la computadora portátil que estaba sobre una mesa.
Lejos de amilanarse, el propietario de la notebook se opuso al robo y ambos individuos mantuvieron un breve forcejeo en la puerta de la vivienda, situación que fue advertida por una vecina, quien se convirtió en testigo del hecho.
Sin embargo, Ledesma Córdoba logró su cometido y, tras imponer la fuerza física, se quedó con la computadora y se alejó raudamente del lugar.
Ladrón asaltado
Durante el juicio pudo saberse que, momentos después, cuando el chileno se encontraba en barrio San Martín, fue víctima de un asalto por parte de otro delincuente, quien le sustrajo la notebook perteneciente al vecino de barrio Rivadavia.
Por este segundo atraco hubo intervención policial, ya que una vecina del San Martín llamó a la Patrulla Preventiva. Fue así que, tras la llegada de los uniformados, Ledesma Córdoba se vio obligado a tener que presentarse en la Comisaría de Distrito para formalizar la denuncia por lo que acababa de suceder.
Lo curioso del caso es que, cuando se encontraba en la dependencia de General Paz 317, fue reconocido por el legítimo dueño de la computadora, quien ya se encontraba en la sede policial denunciando lo que le había ocurrido un rato antes en su propio domicilio.
El chileno terminó detenido y se inició el proceso penal que concluyó en la víspera con la condena impuesta por el juez Martínez.
Condena anterior
Durante la instrucción de la causa surgió un nuevo elemento procesal: Ledesma Córdoba registraba una condena de ocho meses de prisión, dictada por la Justicia mendocina a raíz de un robo cometido en la capital cuyana.
Por ese motivo, durante la audiencia de debate sustanciada ayer en la Cámara del Crimen local se unificaron ambas sentencias en una pena única de cinco años y dos meses de prisión efectiva.
A la hora de los alegatos, el fiscal Francisco Márquez solicitó una condena de cinco años de cárcel por el asalto con cuchillo, mientras que el abogado defensor, Antonio Alarcos, pidió la absolución de su cliente invocando el “beneficio de la duda”, aunque subsidiariamente solicitó una condena de un año y nueve meses por “amenazas” y “robo simple”.
Finalmente, al momento de dictar sentencia, el magistrado impuso una sanción levemente superior a la requerida por el acusador público, tras unificar los cinco años con la pena anterior.
Otros detalles
Esteban Ledesma Córdoba, un pintor de obra nacido en Santiago de Chile el 29 de diciembre de 1991, estará en la cárcel hasta, por lo menos, fines de octubre de 2017, fecha en la que alcanzará los dos tercios de la pena impuesta en la víspera y podrá solicitar la “libertad condicional”, si es que observa buena conducta.
Cabe señalar que el joven chileno llegó a Villa María junto a su familia hace un par de años y todos se radicaron en una vivienda de barrio Las Playas.