Escribe: Diego Bengoa DE NUESTRA REDACCION
En pocos días se cumplirán siete años de la noche en que intentaron matarlo y Alejandro Roganti no ha tenido el acto reparador que significa el impartir justicia.
Con los autores intelectuales del tremendo atentado sin ser acusados judicialmente, el exdirigente gremial confiesa sentir “angustia e incertidumbre”.
Los responsables materiales del intento de homicidio (los hermanos Sebastián y Maximiliano Eve) están entre rejas, pero quienes ordenaron el ataque se escudan gracias a un manto de impunidad. Precisamente sobre este tema, sus dolores, las pruebas y el sistema judicial dialogó ayer “Caño” Roganti con EL DIARIO.
-¿Cómo tomó las declaraciones del fiscal Daniel Del Vö, quien indicó en nuestra última edición dominical que no puede avanzar en la definición de la autoría intelectual hasta no tener el expediente?
-La verdad es que no me sorprende la liviandad con la que trata el tema. El dice que no hay pruebas suficientes para imputar... para el fiscal, lo que tiene cuatro patas, mueve la cola y ladra no es un perro. Parece que no es suficiente para determinar que no es un perro (ironiza).
-¿Cuáles son las pruebas sobre la autoría intelectual?
-Hay elementos documentales y también testimoniales que indican claramente quién o quiénes fueron los que contrataron a los tipos para matarme.
En lo documental, hay un video que ha sido ampliamente difundido y es conocido públicamente. Allí se ve a una de las mujeres de Sebastián Eve concretamente en la sede del gremio de Luz y Fuerza, en Córdoba, adonde va a buscar dinero a cambio de silencio y se encuentra con (Eduardo) Brandolín (secretario general del sindicato). El la manda a hablar con su abogado y el video refleja que concurre a buscar el pago al estudio de Brito.
-¿Y en lo testimonial?
-La persona que le suministró la cámara de filmación a esta mujer ha declarado la finalidad con la que se la prestó, y que era filmar a quienes habían contratado a los Eve. Además, hay un testimonio más reciente, independiente, que el 30 de octubre del año pasado se presentó en la Fiscalía de Distrito II Tercer Turno de Córdoba y que manifiesta lo mismo. Es un hombre y ese relato ha sido remitido a la Fiscalía de Villa María.
Por eso me pregunto qué se necesita para resolver el tema y dictar las imputaciones correspondientes para que las personas sindicadas y en el marco del debido proceso y con las garantías del caso se sienten frente a un tribunal para su juzgamiento.
-Del Vö sostiene que no tiene el expediente.
-Es un problema que debe resolver él. Es el responsable de resolverlo, no basta con mandar una nota pidiéndolo. Debe gestionar y seguir avanzando.
-¿Le cree cuando dice que no ha recibido presiones de nadie y de ninguna índole?
-(Piensa) La investigación de la autoría intelectual tiene una gran dosis de impunidad y encubrimiento. Si el fiscal no toma una resolución en este sentido, entonces es parte de ese sistema de impunidad y de encubrimiento.
-¿Prevé recursarlo?
-(Analiza la respuesta) Por el momento no. Considero que el problema de la Justicia es el sistema, no las personas. Ese es el problema, pero obviamente no descartamos hacerlo en un futuro.
-¿Cómo se siente en esta instancia?
-Estoy en la misma situación de siempre. Uno tiene la misma incertidumbre, angustia y trauma de saber que quienes planificaron y ordenaron esto están libres. Además hay que recalcar que el fiscal no condena, sólo imputa, acusa y luego los jueces analizan.
-¿Cree que si el instigador fuera un don nadie, ya estaría preso?
-No tengo dudas. Al cartonero de Oliva lo imputaron a los dos minutos (dijo en referencia a Paulo Altamirano, quien encontró joyas y terminó acusado). Por muchos menos elementos que en mi caso, en lo de Medina Allende se terminó dictándole la prisión preventiva (en alusión a la acusación como autor intelectual del crimen del legislador radical Regino Maders). En lo que respecta a las autorías intelectuales, la Justicia se toma un tiempo excesivamente largo para tomar determinaciones... y muchas veces no las toma.