Villa María es una ciudad de extremos. De un lado y cerca de la margen del río, el aspecto de la ribera da orgullo a propios y extraños. La estética de la costa es, hoy por hoy, la cara visible (desde el punto de vista urbano) de la "ciudad del conocimiento".
No obstante, más allá de la ruta pesada, la realidad de algunas zonas es totalmente distinta.
Tanto contraste sorprende, pero también preocupa.
Días atrás les contábamos a nuestros lectores sobre la presencia de un bache gigantesco en barrio Barrancas del Río, hoy el motivo de atención se lo lleva un desmesurado descampado que existe en pleno barrio Nicolás Avellaneda, a tan sólo once cuadras de la plaza Centenario.
El sitio en cuestión, una especie de monte con malezas de hasta dos metros de altura y de dos manzanas de extensión, se erige sobre calle Santa Fe entre intendente Poretti y Reyno.
Vale destacar que en este sector de la ciudad, los servicios brillan por su ausencia. No hay cunetas, agua corriente ni cloacas.
De yapa, el foco que debería alumbrar la intersección de Santa Fe y Poretti, hace un mes que se rompió y hasta ayer nadie se había acercado para arreglarlo.
Una joven vecina que habita enfrente del terreno invadido por los yuyos expresó su malestar a la vez que se preguntó cuándo los responsables del olvidado espacio normalizarían la situación.
Otro frentista destacó que la calle Santa Fe es una de las principales de la ciudad y que en barrios como el San Nicolás no existen problemas con los servicios (están beneficiados por el Programa de Mejoramiento Barrial).
Hasta el momento, todo es incierto, desde el municipio se vienen realizando campañas (multas mediante) para que los dueños de los inmuebles cumplan con sus obligaciones.
Sin embargo, muchos de los propietarios dueños de conocidos apellidos y buen pasar económico no se dan (casi nunca) por aludidos.
Mientras unos intentan convencer a otros, los yuyos crecen y los vecinos siguen sufriendo y esperando.

@Enojada

En barrio Santa Ana, más precisamente en la esquina de Viena y avenida del Libertador, un baldío tiene a maltraer a una vecina.
La frentista sostiene que “está cansada de hacer reclamos”, por el estado del sitio que colinda con su vivienda.
La atribulada mujer afirmó haber hecho conocer sus protestas en “Atención al Vecino” y que allí le informaron que intimaron a la propietaria del terreno.
Según ella pudo conocer, la dueña del descampado es una jueza de la ciudad.
“Me pregunto si cree que por ser magistrada tiene impunidad como para no respetar los derechos de los demás vecinos, máxime sabiendo el temor que existe por el tema del dengue”, concluyó.