Vacaciones con problemas
El que suscribe, Ricardo Cismondi y mi señora, decidimos realizar para los últimos días del mes de febrero de 2015 un viaje de vacaciones al balneario Camboriú (Brasil) junto al señor Sergio Centani, su esposa (mi yerno y mi hija) y un amigo de ellos apellidado Suárez.
Nos presentamos en las oficinas de García Viajes Turísticos que se erigen en la calle Alem de Villa María el día 5 de diciembre del año pasado y quedamos de acuerdo en viajar con la empresa Pretti Viajes de la ciudad de Bell Ville el día 26 de febrero.
El convenio que acordamos indicaba que viajaríamos en coche cama. El señor Centani y señora en el primer asiento cama doble de la parte inferior, mi señora y yo en los dos primeros asientos individuales cama también de la parte inferior y el señor Suárez y su acompañante, en el primer asiento semicama de la parte superior.
Por su parte, el alojamiento en Brasil se reservó en el hotel PraiaMar.
Con respecto al pago del viaje fue una seña y el resto 15 días antes del viaje.
Yo entregué la seña el día 18 de diciembre de 2014, hice otro pago el día 2 de enero de 2015 y el resto durante el 10 de febrero del corriente año. El señor García me informó que uno o dos días antes de viajar nos enviarían los voucher de viaje a nuestro domicilio o nos avisaría para retirarlo en su oficina.
El seño Centani también entregó la seña y el resto a fin de diciembre de 2014 con cheques diferidos.
El día anterior al viaje y sin recibir noticias de los voucher, me comuniqué con el señor García y me dijo que ya se los había entregado al señor Suárez y que nos teníamos que presentar en la terminal de Omnibus de Villa María para salir de viaje.
Así lo hicimos. Le pedí al señor Suárez que me muestre lo que le dio García y me encontré con sorpresa que no era la empresa Pretti que nos iba a llevar sino COM TUR y no sólo eso, sino que cuando llegó el ómnibus, los asientos que habíamos pedido y acordado estaban ocupados por otras personas.
Cuando pregunté por el coordinador, se identificó como tal una señorita llamada Nerina. Ella nos explicó que Pretti había comprado solamente las butacas para nosotros, no los lugares, y que los asientos que nos correspondían era los dos últimos de arriba y para Centani, los últimos asientos individuales de la parte de abajo.
Igual subimos porque queríamos viajar, pero al otro día también nos dijo esta señorita que no teníamos los servicios de comida que habíamos acordado y que el coche no iba directo a Camboriú, sino que desviaba a Canasvieiras y también pasaba por Porto Belo.
Resulta que la empresa COM TUR tiene dos servicios, uno como lo habíamos acordado nosotros y otro estándar. En nuestro caso, nos incluyeron sin autorización en la opción más económica.
Al llegar a Camboriú, esta empresa al arribar al último hotel de ellos nos hicieron bajar diciéndonos que un coordinador de Pretti nos pasaría a buscar en una combi para llevarnos al hotel, cosa que nunca ocurrió.
Al pasar 45 minutos y no venía nadie por nosotros, la coordinadora que nos había acompañado hasta ese momento nos dijo que aunque no le correspondía, nos pediría dos taxis para llevarnos al hotel PraiaMar, donde posiblemente estaría el coordinador.
Al llegar al hotel a las 17 (con el viaje que normalmente dura entre 32 y 33 horas, arribando a la ciudad balnearia habitualmente a las 9 ó 10 de la mañana). Al preguntar por el coordinador, el conserje nos dijo que llegaría como todos los días a las 19 ó 20 horas.
Luego de ubicarnos en las habitaciones, insistimos para hablar con el coordinador. El conserje nos comunicó con la gerenta del hotel y ella nos entregó los voucher para las comidas.
Cuatro días después de nuestro arribo, apareció un coordinador de Pretti. Nos dijo que no sabía que nosotros estábamos allí y que tenía que volver a la Argentina, pero que nos solucionaría el problema que teníamos por la falta de comunicación con la empresa.
Por supuesto que ninguna comunicación se estableció con nadie. Así que si salimos en alguna excursión, lo hicimos por nuestra cuenta.
Finalmente y en conclusión, nosotros contratamos a la empresa Pretti por intermedio del señor García debido a que la considerábamos como una firma seria y responsable. No queríamos que nos vendieran sin nuestra autorización a otra empresa con inferior servicio y sin coordinador de Pretti alguno, en el viaje ni durante la estadía.
Después de todo esto creo que nos merecemos una respuesta de ambas empresas.
Ricardo Cismondi
Doc. 6.504.480
