Yo tengo una relación muy estrecha con EL DIARIO como lector, como comunicador, y como escritor.
Inclusive colaboré con el suplemento de Humor, en el espacio “Hoy: cuadrera”, que ilustraba el querido Nino Menardo.
Guardo todos los recortes donde se mencionaba a mi radio o se hablaba de mi labor en la poesía. Eso, para mí, da cuenta de algo fundamental que tiene este medio gráfico regional, y que es la preocupación permanente por reflejar el acontecer de la zona.
Lo más importante de EL DIARIO es su compromiso con la gente, es decir darle valor a las cosas nuestras, a los problemas en los barrios, a cosas que en otros medios no merecerían un tratamiento destacado. En lo que hace a la cultura, se nos da amplia participación sin pedir nada a cambio. También me parece elogiable el haber conformado una cooperativa para defender la fuente de trabajo.
Todo ello, es consecuencia de tener principios firmes, cualesquiera sean las circunstancias que se vivan. Es que como decía Yupanqui, “debe trazar bien su melga/quien se tenga por cantor,/porque sólo el impostor/se acomoda en toda huella./Que elija una sola estrella/quien quiera ser sembrador”.
Yo he expresado ya mi sentir sobre EL DIARIO en uno de mis libros, cuando le dediqué unas décimas con motivo del vigésimo cumpleaños. El poema decía:

Y tiene que ser así
con una décima perfecta
derechita como una recta
brillante como un rubí,
es por eso que escribí
este abrazo imaginario
pa’ los amigos de EL DIARIO
el del “centro del país”
y sentirme muy feliz
por su nuevo aniversario.
Sigan así trabajando
con opinión verdadera
la que el pueblo siempre espera
cada día madrugando
en el café, o almorzando
cualquiera sea el momento
o en el baño… ni les cuento
esos sí que son lectores
a veces son los mejores
muy serios y muy atentos.
Vaya el saludo sincero
pa’ toda la cooperativa
y permitan que les pida
recordar a un compañero
hoy homenajearlo quiero
a un amigo que tuve allí
ya que con él aprendí
a quererlos y respetarlos
hablo de Nino Menardo
que hoy quisiera tenerlo aquí (...)

Con respecto a las tapas que más me impactaron, debo admitir que casi todos los días me sorprenden. Una de las más recientes me conmovió: fue cuando murió el entrenador de fútbol Marcelo Alamo.

Ricardo Kestli,
periodista