Desde que Mosanto lanzó al mercado de Argentina la tecnología Intacta para semillas de soja, se generó una polémica por el sistema de comercialización.

La empresa propone al productor la firma de un acuerdo por el cual éste se compromete a abonar “una contraprestación” por el uso del desarrollo tecnológico patentado por Mosanto.

“Actualmente, hay más de 9.000 acuerdos firmados por productores argentinos”, destacó Matías Ipiña, gerente comercial de la zona centro de la multinacional.

En diálogo con nuestro medio, Ipiña resaltó que antes de lanzar comercialmente Intacta estuvieron “trabajando con organizaciones de productores y con todos los actores del sector agropecuario para lograr consensos”. Pese a ello, desde algunas entidades que nuclean al campo, se planteó una férrea oposición (ver recuadro en esta página).

Comenzaron a firmar esos acuerdos en la campaña anterior, cuando fue lanzado en la zona norte de Argentina y en la presente campaña lo hicieron en la zona pampeana.

“Lo primero que hay que decir es que es una opción más. Si el productor ve el valor de esta tecnología, puede entrar en el sistema que impulsa Monsanto. Además, puede salir cuando quiera”, explicó el gerente.

Aseguró además que no viola la Ley de Semillas “porque el productor conserva el derecho a uso de sus granos para sembrarlos en la campaña siguiente”.

El valor de la contraprestación lo anuncia la multinacional después de julio. En la última campaña estuvo entre 15 y 12 dólares la hectárea, diferencia que se funda en las distintas modalidades de pago propuestas por la empresa.

 

Rendimiento

Asegura que actualmente Intacta tiene un 3% de penetración y el productor “ve que esa tecnología es sinónimo de rendimiento”. 

Asegura que el productor pudo comprobar en el 80% de los casos, que superan los kilos de granos cosechados si se los compara con otros lotes en los que no se usó Intacta.

“Lo hemos visto en el programa embajadores, que es una dinámica de Monsanto que utilizamos al lanzar nuevos productos y tecnología. El programa consiste en invitar a un grupo de productores para que ellos, con su manejo y en su campo, pero con la modalidad de ensayo, puedan comparar resultados con otras marcas”.

El programa se viene haciendo en Argentina desde hace tres campañas. La primera se hizo en el norte  y la segunda (13/14) en la región pampeana, donde 300 productores participaron. “El resultado es que cosecharon 336 kilos más por hectárea que las variedades testigo”, puntualizó Ipiña.

En el tercer ciclo del programa, todavía no están los resultados porque falta cosechar gran parte de la soja. “Pero nos adelantan que es muy positivo, que en el 80% de los casos está entre un 6% y un 8% por encima de las otras variedades.

Finalmente, recomendó la práctica de refugio, que consiste en dejar un lote sin la tecnología antiinsectos para que no se hagan resistentes “y pueda perdurar por muchos años”.

 

SOLO EN ARGENTINA