Un joven de 35 años, de nacionalidad boliviana y de quien no trascendió oficialmente la identidad -al parecer los familiares aún no reconocieron el cuerpo- fue hallado sin vida ayer a la mañana en una alcantarilla en el barrio San Martín de esta ciudad.
El cadáver fue divisado boca abajo en una zanja con agua ubicada en la esquina de las calles Buenos Aires y Brandsen por el chofer de un taxi.
El trabajador del volante dio aviso de inmediato a la Policía, manifestando que en el mencionado lugar había una persona tirada, boca abajo y sin dar señales de movimiento ni de estar respirando. No tardó en llegar un patrullero.
Los uniformados constataron, efectivamente, que se trataba de un cuerpo sin vida, por lo que notificaron la situación a la Fiscalía del Turno.
Sin heridas
De acuerdo con los datos a los que pudo acceder EL DIARIO de manera extraoficial -el caso se está llevando con extremada discreción por parte de los investigadores- el cuerpo sin vida del hombre boliviano no tenía heridas de ningún tipo de armas ni golpes.
Los pesquisas especulan que, por alguna razón que se desconoce (suponen que podría haber estado alcoholizado), podría haber caído al zanjón y haber muerto ahogado.
Otra especulación que hacían los investigadores es que el deceso dataría de entre 10 y 15 horas antes de que el cadáver fuese divisado por el taxista.
Esta y otras dudas serán seguramente disipadas cuando se realice la autopsia ordenada por el funcionario judicial a cargo. Por el momento, la carátula de la causa es “muerte de etiología dudosa”.
La investigación del hecho cayó en la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno de los Tribunales locales, a cargo de Daniel Del Vö.
Al cierre de esta edición, pudo saberse que se trataría de un conocido botellero apodado “Tomasito”.