En el Pabellón Argentina de la Ciudad Universitaria, lo que recibía al público era la muestra de fotos de “Para no morir” sobre vida y obra de Hamlet Lima Quintana, cuyo curador es el gran fotógrafo Eduardo Fisicaro. Ahí nomás, entre los sillones, los estudiantes de música y los artistas que recién comienzan su camino se acomodaron para la primera mesa: “La música y canción de raíz folclórica. Creadores e intérpretes emergentes. Nuevos universos poéticos y musicales. Problemáticas, canales de desarrollo. Su proyección en el escenario regional y nacional".
García, el ex-Almendra
Quien tomó la palabra fue Rodolfo García (exbaterista de Almendra y director nacional de Artes, Ministerio de Cultura de la Nación), quien entendió que “en el folclore se da un fenómeno muy importante desde hace bastante años. Surgen permanentemente artistas de muchos géneros, pero en el folclore se da un fenómeno particular: se arraiga cada vez más fuerte, porque hay algo muy vivencial con un recambio del mismo público”.
Mario Díaz, por su parte habló desde la “gratitud”. Ya que “todo lo que presentamos como nuevo, tuvo punto de partida en algún momento. Manteniendo la dinámica de la música popular, que siempre cambia, cada tiempo tiene manera de expresarse y decirse”. Lo tradicional, se sabe es algo de constante cambios. Paola Bernal, continuó con ese discurso, ya que hay que analizar el “contexto político y social de cada momento, y universal”. Es el caso de la actualidad donde “la canción folclórica tiene muchas texturas, porque los artistas jóvenes y no tanto, nos hemos apropiado de como querer manifestarnos sabiendo que la música folclórica es algo que nos pertenece y desde ese lugar seguimos construyendo una manera nueva y que sea registro histórico”. Ya la charla iba por lo que le toca a cada artista, en su momento, a lo que se refirió: “No hace falta volver a repetir versiones, sino construir en el nuevo tiempo. Estamos en tiempo propicios para abordar la verdad de lo que pasa, sin condicionarnos por las formas”.
Roxana Carabajal y Daniel Patanchón, fueron las voces santiagueñas que dieron su parecer. “No tenemos que caer en lo fácil, hay que animarse a buscar la canción de raíz que está en nosotros”, expresó Daniel. Mientras que Mery Murúa recaló en la importancia de la comunicación a la que se tiene un acceso antes impensado, que muchas veces hace creer a los artistas que pueden con todo y no es así. “Hay que escuchar a los referentes, mostrar lo que hacemos pero seguir indagando en ellos. Si cada uno trabaja en lo que sabe hacer, no hay forma que el folclore sea viejo. Y se pierda. Porque es lo que nos va a seguir identificando”.
El milagro de Villa María
En la charla sobre “Los espacios de formación musical y su diálogo con las raíces folclóricas de nuestro continente", participó Claudio Vittore, coordinador de la carrera Licenciatura en Composición Musical de la UNVM.
Abriendo la mesa, Vittore logró captar la atención y la admiración de quienes están empezando y de quienes ya vienen recorriendo un camino hace tiempo. Como Mariano de Macedo, quien dijo querer irse a Villa María, después de escucharle comentar cómo nació la Carrera y cómo siempre está bien vista, por músicos y estudiantes que llegan buscando los ritmos “que se orientan al folclore argentino, pero también al tango el jazz y el rock”.
“La particularidad es que es la primera carrera de Grado, que aborda la música popular, y con profesores idóneos, porque no tuvieron formación académica formal, por decirlo de alguna manera. Pero entendimos que era fundamental que hubiesen tenido un tránsito por esas música”, comenzó contando. “Luego está la forma de trasferir este conocimiento, y teniendo en cuenta el hecho de que todas las carreras se basaban en música centroeuropea, con poco contenido en folclore por ejemplo y para nosotros eso es central”, enfatizó.
El docente se centró en el cómo se da la carrera: “Intentamos abordar la investigación del arte, porque creemos que es totalmente reflexivo. No separamos teoría y praxis, sino algo circular, donde la situación creativa se plasma en una situación performática. Se compone música y se toca, y además tenemos algo distintivo que es el área de producción, con un estudio de grabación increíble, además de que los estudios y talleres en Composición y arreglos no lo dictan profesores, sino artistas como Jorge Fandermole, Juan Quintero, Juan Falú”.
Quien continuó fue Mariano Clavijo, quien no tuvo problemas en decir que lo de la UNVM es un milagro: “Cuando hablamos de lugares de formación musical en Argentina o en Latinoamérica, y el diálogo que se establece con músicas de raíz, hablamos de discursos hegemónicos que hace 500 años que se actualiza con mirada eurocéntrica en la mayoría de los centros de producción. Salvo el milagro de Villa María. Que no es producto de una política que se preocupa en reproducir cultura, sino en promover”.
“Pero no todo es tan oscuro, por lo menos está este Encuentro que abre debate, que pone en la mesa estas discusiones y cuenta con el Ministerio de Cultura, para que se revierta la lógica” confirmó, para dejar una palabra que fue pasando por varios en un debate y en una charla tan interesante como necesaria.
Juan José Coronell
Especial