Indignados. Así se los percibió a los empelados que se están desempeñando en el viejo edificio del Hospital Pasteur durante la asamblea que realizaron ayer por la mañana.
Tanto los nucleados en ATE como en SEP charlaron durante más de media hora en uno de los pasillos donde plantearon los diversos problemas que tienen actualmente en ese edificio, la negativa a trasladarse al nuevo hasta que no se culminen las obras, y la falta de información que manejan con respecto a la fecha de traslado.
Leandro Parnisari, delegado del SEP en el Hospital Pasteur, explicó que “lo que pretendemos es que se cumpla lo pactado con el Ministro (de Salud, Francisco Fortuna), que era que íbamos a irnos cuando estén todas las condiciones dadas en el Nuevo Hospital, tanto para los pacientes como para nosotros”. El delegado aclaró que “no es que nosotros tengamos el capricho de no mudarnos, todo lo contrario, queremos mudarnos a un servicio que sea digno tanto para el paciente como para nosotros”.
Parnisari sostuvo que es traslado no está paralizado, pero “no podemos mudar un servicio en el cual después estén los obreros trabajando al lado, lo que pretendemos es que terminen la obra y recién ahí mudar el servicio”.
Piden más información
Parnisari no cree que la inauguración se haya hecho antes de tiempo. “Lo que pedimos es un poco más de información de parte de la dirección hacia nosotros, el tema del traslado se manejó muy en silencio y a nosotros eso nos molesta porque hay gente que está trabajando en los dos edificios, y los pacientes están confundidos de donde ir y se presentan en las nuevas instalaciones cuando allá sólo hay 11 consultorios externos funcionando”, reclamó.
“Los directivos se han olvidado por completo del viejo hospital y se cae a pedazos”, resaltó cuando se lo consultó acerca de la relación que mantienen los empleados con la Dirección del Hospital Pasteur. Según contó Parnisari, “la directora se fue de estas instalaciones más o menos en enero y no volvió nunca más, es poco contacto el que tenemos con ella”, esta situación generó que se presenten situaciones “como temas de gestión o administración hospitalaria, que deben resolver los directivos”, pero “como acá no hay nadie, los empleados tenemos que resolver esos temas”. “No es que no podamos, pero los directivos deberían dar el apoyo y la gestión para resolverlas y de eso carece hoy este hospital”, sentenció.
Arnaldo Molina, delegado de ATE, planteó durante la asamblea: ¿quién fue el que autorizó el traslado? “Es una de las cosas que nos gustaría saber, quién dio la orden, porque parece ser que la dio el ministro, pero él dice que no. Nadie se quiere hacer responsable”, dijo.
Molina trajo a colación un hecho concreto que sucedió y que calificó como “grave” y que se generó por la confusión que tiene la gente sobre qué se atiende en un edificio y qué en otro. “Un alacrán picó a una criatura, sabemos que en algunos casos puede ser mortal, era feriado, la mamá llegó a este edificio y venía del viejo hospital, estaba confundida, eso lograron con llevarse unos pocos consultorios al Nuevo Hospital”, contó.
Ante esto, planteo: “¿Si hubiese sido el caso de una picadura mortal, quién se hubiera hecho cargo? Porque acá parece que todo es muy simple, pero es simple cuando no pasa nada, me hubiera gustado saber quién iba a salir a dar al cara, o la iban a responsabilizar a la mamá por no saber a dónde funciona la Guardia”.
Sobre la ausencia de directivos en el viejo edificio sobre calle Mendoza, Molina reclamó que “no entendemos tampoco por qué funciona la Dirección en el Nuevo Hospital cuando la gran atención está en el viejo, acá estamos sábado, domingo, feriado, a la mañana, madrugada, estamos todo el tiempo, no 4 ó 5 horas como hacen ellos en el Nuevo Hospital”.
Los empleados resolvieron volver a realizar una asamblea el lunes o martes de la semana que viene.
La Dirección responde
Ignacio Bruno, subsubdirector del Hospital, estuvo presente en la Asamblea e intentó acercar información y paños fríos a los planteos de los empleados.
“Estamos en una etapa de cambio, de mudanza, que implica alterar el ritmo que viene trayendo el Hospital desde hace años y entonces siempre hay disconformidades, siempre surgen inconvenientes o siempre hay imprevistos”, sostuvo. “Ya estamos muy cerquita de la mudanza definitiva, no puedo precisar una fecha porque estamos pendientes de dos o tres obras que se están haciendo ahí, pero se dejó claro en la Asamblea de parte de la Dirección que cuando nos mudemos va a ser en las condiciones óptimas para poder trabajar”, apuntó. Sobre la fecha de traslado definitivo de todos los servicios que aún se prestan en el viejo hospital, pudo saberse que serán en unos 20 días, ya que sólo se están haciendo trabajos de terminaciones y Durlock. “Nos vamos a una casa nueva donde todo es a estrenar, todo es a probar y podrán ir surgiendo cositas que habrá que ir solucionando”, adelantó Bruno.
Con respecto al reclamo de falta de información que plantean los empleados, Bruno justificó que “el sistema de salud pública es muy especial en ese sentido y se informa en la medida en que la información se puede ir dando, nosotros no informamos lo que no estamos en condiciones de decir o que no tenemos seguridad para decir”. Además, también dio las razones por las que la directora, Liliana Abraham, permanece en el nuevo edificio. “Tiene que estar allá, es importante por las obras que se están haciendo allá y por todas las gestiones que hay que hacer en aquel hospital, a partir de que es una estructura nueva que se está poniendo a prueba, que se está viendo cómo funciona, y todas las miradas del Ministerio de Salud están puestas ahí y en cómo se van desarrollando la puesta en marcha del Hospital”.
De todas formas, aclaró que “el que está acá soy yo junto con el auditor y las cosas que estamos haciendo acá las estamos supervisando nosotros”. Además, consideró que no hay desconocimiento de la gente sobre las prestaciones que actualmente se brindan en cada edificio, y que “si alguien ha tenido alguna confusión, son casos puntuales”.