La agrupación Herman@s y Madres del Alma, creada para que un grupo de personas trabaje con el objetivo de conocer la identidad de sus padres biológicos, cumple hoy su primer año de vida.
Seis de sus integrantes son de Villa María y dos, de Villa Nueva. El denominador común que une sus historias es el hecho de haber nacido en la casa de una partera cordobesa llamada Mafalda Journade, acusada de “apropiadora”.
Ayer, EL DIARIO se reunió con ellos para que puedan realizar un balance del primer año de vida de la agrupación y relatar su trabajo a futuro. Participaron de la entrevista Carolina Bruzzo, Rodrigo Fiorano, Magui Arabaolasa y Verónica Martínez, mientras que Marcelino Passerini, Fernanda Fluxha, Marcelo Bravo y Liliana Puga no pudieron hacerlo por cuestiones personales.
Como si hiciera toda una vida que se conocen y demostrándose grandes muestras de afecto cada segundo, los hermanos del alma recibieron a un periodista y una reportera gráfica de este medio.
La primera en tomar la palabra fue Carolina Bruzzo, relatando que “desde que se creó la agrupación, “empezamos a encontrar un lugar para no sentirnos tan solos en lo que nos estaba pasando”.
“Podemos recibir apoyo de nuestros familiares y seres queridos, pero encontrar a alguien que estaba pasando lo mismo que uno fue sanador para nosotros”, destacó.
Además, Carolina recordó que “hace un año nos reunimos por primera vez, luego de pactar una fecha en la que todos pudiéramos estar, incluso con la presencia de Ana Giraudo, que vive en Miami; Manuela, de Buenos Aires, y aquellos que vivimos en el interior de la provincia de Córdoba”.
“En ese encuentro sentamos las bases de lo que queríamos para el grupo y lo principal fue hacer un llamado a las madres que hayan dado a luz en la clínica clandestina de Mafalda Journade o que supieran que sus bebés fueron entregados a otras familias entre 1960 y 1985 aproximadamente”, indicó, a lo que agregó que “ese lapso de tiempo lo establecimos por los testimonios de las personas que aparecen, pero sabemos que hay personas que ingresaron a la casa de Journade en el año 2003 y todavía tenía montada una precaria sala clandestina de partos”.
Continuando con su relato, Bruzzo aclaró que “en un comienzo, como solamente éramos mujeres las que estábamos en contacto, nos autodenominamos ‘Hermanas del Alma’, pero con el tiempo también se sumaron varones y ahora nos llamamos ‘Herman@s del Alma’”.
“No es tan fácil que aparezcan las madres para brindarnos sus testimonios, porque hay un manto de vergüenza, dolor, temor a la condena social y miedo a arruinar nuestras vidas, pero, de todos modos, les pedimos a esas madres que se atrevan a ayudarnos porque necesitamos conocer nuestra historia y cerrar una etapa de nuestro origen que no conocemos”, manifestó.
“Estamos aprendiendo”
Seguidamente, Verónica Martínez comentó que “tenemos como meta ir solidificando los objetivos que fueron el inicio de nuestra historia”.
“Estamos aprendiendo, con la prueba y el error, a hacer cosas que no sabíamos. Quizás no estábamos acostumbrados a investigar tan profundamente nuestra historia y la de los demás”.
“Una gran emoción”
Por su parte, Magui Arabaolasa confesó que “cada vez que encontramos un nuevo hermano, nos produce una gran emoción y una inmensa alegría”.
“Sabemos, lamentablemente, que somos muchos los que estamos en la misma situación, pero también sabemos que para cada hermano hay una madre o un padre que está ligado biológicamente”, dijo.
Uno de los más recientes
Rodrigo Fiorano fue uno de los últimos en sumarse a Herman@s y Madres del Alma. Al respecto, contó que “hace más o menos un mes que me sumé a la agrupación. Yo sabía de qué manera se había dado mi nacimiento, pero no sabía quién me había entregado”.
“Cuando me enteré que había sido Mafalda Journade, me comuniqué con Carolina Bruzzo e inmediatamente me uní al grupo”.
“Lazos muy fuertes”
El momento cúlmine de la entrevista fue cuando tomó la palabra desde Córdoba, vía Skype, Mariana Rodríguez. A la distancia, pero como si estuviera codo a codo, corazón a corazón con quienes acompañan su búsqueda incansablemente, hizo un balance del primer año de vida de la agrupación analizando que “hemos pasado cosas lindas y feas, momentos intensos e inolvidables, pero siempre estuvimos muy unidos con nuestros hermanos del alma”.
“Desde el día en que nos conocimos, nunca más nos sentimos solos en nuestra búsqueda”, remarcó.
Para terminar, luego de que el periodista le consultara qué sentimientos la invadían cada vez que se encontraba con sus hermanos, esos guerreros que se quebraron al escuchar sus palabras, aseguró que “es imposible no emocionarme cada vez que me reúno con ellos. Es una sensación muy rara porque no sé si los lazos de sangre son tan fuertes como los que tenemos nosotros”.
“Para mí, son hermanos de verdad porque siempre están para abrazarte, ayudarte y escucharte, para poner el hombro y caminar a tu lado. En síntesis, son personas que están en todos los aspectos de tu vida”, destacó.