María Virginia Miguel Carmona, fiscal federal de Villa María, encabezó el procedimiento contra la trata de personas realizado el lunes y que fue el corolario de una larga investigación “que comenzó precisamente con una nota de EL DIARIO, en la que el interventor de la UOLRA (gremio de los ladrilleros) denunció que no lo dejaron ingresar a ese campo”, informó la funcionaria judicial.
Después de meses de trabajo de investigación detectaron que, al menos, hay cuatro personas que viven “muy bien” del trabajo que realizan “de sol a sol los ciudadanos bolivianos que hacen ladrillos en el predio, por una paga mínima”.
Fue por eso que como corolario de esa investigación hicieron allanamientos en cinco domicilios. Extraoficialmente se conoció que dos de ellos son de los hermanos Moro, que serían los propietarios de las tierras donde están los hornos. Uno de los hermanos está detenido y el otro en prisión domiciliaria porque tiene problemas de salud.
Los otros dos domicilios allanados eran de ciudadanos bolivianos que hicieron las veces de “intermediarios” en la venta, quedándose con las ganancias de los obreros. Uno está detenido y el otro no fue encontrado en su domicilio, pero igual, pesa sobre él una orden de detención.
El quinto fue para buscar documentación que acredite la explotación de personas.
“Muchas veces las mismas víctimas defienden a quienes lucran con sus esfuerzos. Nos pasa no sólo con los casos de explotación laboral, sino también con la explotación de personas con fines sexuales. Lo que pasa, es que hay que estar capacitado para corroborar los dichos con los hechos. Si a las 10 de la mañana los chicos están haciendo ladrillos, obviamente, por más que te digan que van a la escuela, no están escolarizados. Si hay gente que vive muy bien, obteniendo ganancias desproporcionadas por el trabajo de otros que no tienen acceso a nada, es porque están lucrando con el esfuerzo del otro”, aseveró.
Dijo que tras la recorrida del predio, vieron las condiciones de vida “infrahumanas” de los habitantes del lugar. “Cómo es posible que la gente que con su esfuerzo hace los ladrillos con los que se construye en la ciudad no tenga acceso a una vivienda digna”, planteó la fiscal.
Algunos de los ladrilleros fueron llevados a un refugio de la Secretaría Provincial de Prevención de Trata de Personas, entidad que informó que, al menos, había en el lugar 70 personas explotadas.
Indagatoria
Probablemente el viernes estaría en condiciones la fiscal de llamar a declarar a los detenidos, a quienes posiblemente impute por el presunto delito de trata de personas con fines de explotación laboral.
LOS DATOS
5 LOS DOMICILIOS
ALLANADOS EL LUNES POR ORDEN DE LA JUSTICIA FEDERAL. UNO FUE PARA RECABAR INFORMACION Y LOS CUATRO RESTANTES, DONDE RESIDiAN LOS SOSPECHOSOS DEL DELITO DE EXPLOTACIoN DE PERSONAS
1 EL PREDIO CON HORNOS
DE LADRILLOS DONDE CONSTATARON LAS CONDICIONES “INFRAHUMANaS” EN LAS QUE VIViAN DECENAS DE FAMILIAS DE NACIONALIDAD BOLIVIANA
3 LOS DETENIDOS
EN EL MARCO DE LA INVESTIGACION. SE TRATA DE DOS ARGENTINOS, LOS HERMANOS MORO, QUE SON DUEÑOS DE LA TIERRA Y UN BOLIVIANO QUE INTERMEDIABA EN LA VENTA DE LADRILLOS. HAY OTRO CIUDADANO DE ESA NACIONALIDAD QUE ESTa BAJO LA MISMA SOSPECHA, QUE NO SE ENCONTRABA EN SU DOMICILIO Y NO FUE DETENIDO. LA POLICIA LO BUSCA
Otros casos denunciados
En enero de 2014 EL DIARIO se hacía eco de una denuncia laboral contra ciudadanos bolivianos que residían en un campo de Cárcano.
La inspección laboral realizada por funcionarios del Ministerio de Trabajo de la Provincia, delegación Villa María, y la UATRE, mostró que los trabajadores de la quinta -propiedad de otra ciudadana boliviana- vivían en condiciones infrahumanas, bajo un silo bolsa sin ninguna instalación sanitaria.
“Ellos están acostumbrados así”, dijo en esa oportunidad Carmela Gallardo, propietaria de la quinta.
La continuidad de la causa fue complicada, debido a que, tras las denuncias y la derivación a la Justicia para que investigue si hubo delito de trata de personas con fines laborales, las víctimas se mudaron y se desconoce dónde siguen su labor.