¿Cuál es su análisis sobre la situación política del país en este año electoral?, fue la primera pregunta que le planteamos al filósofo, doctor en Ciencia Política y panelista de 6,7,8, Dante Palma, durante su visita a la sede de EL DIARIO.

“El proyecto nacional, el Gobierno tiene un único gran problema y es que no aparece un sucesor natural.

Si eso estuviese resuelto, la elcción sería un trámite o si se volviera a presentar Cristina Kirchner no tengo dudas que la elección sería un trámite”, fue la respuesta del joven que participó de una conferencia en la Universidad Nacional de Villa María, a la  vez que presentó su nuevo libro “Quinto poder”.

“Al Gobierno se le plantea el problema que se le planteó al peronismo tradicionalmente,  que es el tema de la sucesión. 

La conducción está muy concentrada, liderazgos fuertes y siempre se plantea la cuestión de traspasar”, afirmó seguidamente.

¿Y la oposición? 

La oposición me parece lo más natural que se una porque en realidad no hay diferencias ideológicas entre el ala radical conservadora que es la está al frente del partido y las propuestas conservadoras de (Mauricio) Macri o de (Sergio) Massa.

Lo extraño es que no se hayan unido antes. Eso muestra que las razones para no unirse son de índole personal pero no hay diferencias ideológicas.

Lo que sí me preocupa es que no veo una propuesta política allí. Veo una unidad que puede ser exitosa electoralmente, pero como proyecto de país veo dificultades.

Del lado del Gobierno, en cambio,  hay una propuesta.

¿El candidato del Gobierno será Daniel Scioli?

Hay sectores del kirchnerismo que lo resiste. El núcleo duro del kirchnerismo desconfía de Scioli.

Aparentemente todo va a unas PASO entre Scioli y Randazzo. Pero está claro que hay dificultades, la política es mucho más compleja, están los que plantean si se va con Scioli se rodea a Scioli, eso es imposible. Esos laboratorios, después en la práctica...

Yo creo que el próximo gobierno sea Scioli, Randazzo o la oposición, va a tener que gobernar en un escenario legislativo donde no va a tener mayoría absoluta, van a ser todas minorías y van a tener que acordar.

Eso genera otros márgenes al que estuvo acostumbrado el kirchnerismo hasta ahora.

El escenario está abierto. En teoría podríamos decir que va a haber más necesidad de acuerdos pero eso no significa que sea mejor para la ciudadanía, que se tenga que negociar más no significa que la ciudadanía sea la más beneficiada.

¿Cristina puede ir por alguna candidatura?

Si uno sigue la decisión que tomó Kirchner en su momento, Kirchner se presentó (fue candidato a diputado nacional). Está bien que Cristina no es Néstor.

Probablemente el Gobierno necesite que ella participe de un modo u otro, sea como candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires, sea como candidata al Parlasur.

La boleta de ella traccionaría una gran cantidad de votos de los cuales el proyecto nacional no puede prescindir.

Pero, también están las personas y Cristina podría decir claramente “tengo ganas de irme a mi casa”.

Uno entiende que son animales políticos, que asumen responsabilidades en donde se pone el cuerpo. Ese punto está abierto también, no tengo información privilegiada, simplemente tengo hipótesis, corazonadas en función de comportamientos anteriores, de ejercicios empáticos acerca de cómo funcionan las cabezas de algunos dirigentes. Más que eso, no sé.

Vino a presentar su libro, ¿qué es el quinto poder?

El quinto poder tiene que ver con el cuarto poder, el que viene a controlar los tres poderes de la República y la pregunta es quién controla al cuarto poder y allí aparece un espacio de la sociedad civil, donde a través de  diversos formatos, pueden generar una contra-agenda, una mirada crítica de medios tradicionales que ya no cumplen su función de informar y que se han transformado en una lógica autónoma a merced de los intereses de las corporaciones económicas que son los dueños de los medios.

En ese contexto, aparece la necesidad de un quinto poder. 

¿Desde el punto de vista filosófico como ve a la sociedad argentina hoy?

Creo que estamos mejor. La democracia está más fortalecida, somos mejores que antes.

Hay un montón de aspectos que muestran que la sociedad se va transformando, esto es una sociedad menos conservadora . Creo que hay una nueva generación,  que está cercana a los 40 años, que creció en democracia, y que reinvidica los ideales igualitarios de los años 70 pero no reinvidica las prácticas de los años 70 (por la lucha armada). En general, creo que estamos mejor.