Falta de respeto al discapacitado en el show de Chayanne
Señores encargados del espectáculo, Musicalísimo:
Hace tres meses fui a comprar las entradas; mi hija es discapacitada motriz y por ley, ella no paga y, teóricamente, el acompañante tampoco, pero no importa, yo la pagué.
Nos dieron sector H-Fila 13 (bastante cerca del escenario), dos butacas, porque aunque mi hija no ocupaba ninguna por estar en silla de ruedas, el sistema no les permitía dar una sola.
Butaca 30 y 31. ¡Oh, sorpresa! Al llegar, nos encontramos con que era en la mitad de la fila, adonde nos era imposible pasar, cuando yo avisé que necesitaba que estén en el pasillo por la silla de ruedas.
Al espectáculo lo vimos gracias a las dos hermosas pantallas de los costados, ya que todas las personas de atrás, que podían caminar, saltar, pararse y subirse a las butacas, se vinieron adelante. Los pobres guardias intentaron dos veces poner orden y renunciaron.
Señor intendente Eduardo Accastello, qué difícil es poner, máximo, cuatro personas discapacitadas motrices en primera fila, donde no ocupan butacas, sólo el acompañante que puede ser sentado en una silla. Le aseguro que no taparán la visión de nadie porque no pueden pararse, menos, subirse a las butacas y tampoco molestar deambulando.
Lamento también el comportamiento del público que nos tocó, ya que no había ningún interés en facilitar la visión, excepto por una hermosa persona que nos tocó adelante que se cansó de pedir que se sentaran. Ojalá todos conserven su salud física personal y familiar porque los valores de vida ya los perdieron, sobre todo, la solidaridad con el prójimo.
Gracias a Dios no sucedió nada porque de ahí con mi hija en silla de ruedas no salgo ni con los Bomberos porque estaban todos los pasillos ocupados por gente de otros sectores, parada.
El otro inconveniente fue a la salida. Con un policía al lado y otro adelante para que no nos empujaran y nos permitieran el paso y ni siquiera la autoridad policial podía abrir el camino, se daban vuelta, pero no se hacían a un lado; el famoso “qué me importa”.
Nos quejamos mucho de tantas cosas, pero pensemos: ¿No somos nosotros un poco culpables de lo que pasa en nuestro país con nuestras actitudes? Cada uno cuida su huerta y el de al lado, que se las arregle.
Invito a algún funcionario público que no sea conocido (para que no tenga privilegios) al próximo recital en el Anfiteatro a sentarse en una silla de ruedas, ubicarse donde estábamos nosotras o en el sector de discapacitados armado de urgencia con sillas (después me enteré de esto) y me ofrezco a acompañarlo para que viva en carne propia el relato de arriba.
Familia Manero
DNI 16.652.914
Siguen soñando con el museo ferroviario
Señor jefe de Gabinete:
Con el mayor respeto, me dirijo a usted con el propósito de recordarle que hace dos meses y medio nos concedió una audiencia, pautada para hablar sobre el proyecto tan ansiado del museo municipal ferroviario que comenzó a gestarse en junio del año 2004.
En la reunión, a la que concurrí acompañado por nuestra museóloga Cuqui Ayasa, usted tomó nota de todos los detalles y propuestas que se hablaron, prometiéndonos tratarlo con el Ejecutivo y luego ponernos al tanto de lo resuelto.
Al día de hoy, no hemos tenido novedad alguna, como siempre ocurrió toda vez que nos atendió un funcionario municipal desde el año 2004.
Está el proyecto en el Concejo Deliberante, está la maqueta del museo a instalarse en la vieja y querida estación de trenes, la cual hoy sufre el deterioro del paso de los años.
Hace poco, el señor intendente hizo anuncios sobre mejoras edilicias de andenes, molinetes, apertura del túnel, pero nada sobre el museo ferroviario, lo que nos hace pensar que no hay ningún interés en llevarlo a cabo, siendo que él siempre dice que Villa María es hija del riel, que creció a la par del ferrocarril.
Señor jefe de Gabinete, tenga en cuenta algo que le apunto: se han hecho obras en el predio ferrourbanístico de gran nivel, se han cedido espacios a toda institución que lo solicitara, lo cual nos complace y lo vemos con buenos ojos, pero a nuestro gran proyecto nunca se lo trató, a pesar de los años que hace que venimos solicitándolo.
Con mis 83 años cumplidos, soy un maquinista jubilado que quiere, junto a otros ferroviarios e hijos de ferroviarios que me acompañan en esta meta, rendirles un homenaje a todos aquellos hombres que pasaron por el ferrocarril; a mi padre, que me hizo entrar cuando yo sólo tenía 15 años.
Sepa usted que llevamos en nuestro cuerpo sangre ferrocarrilera y que nunca dejaremos de reclamar por nuestro museo, que es nuestro sueño y aún no podemos llevarlo a cabo.
Ojalá esta carta los haga reflexionar. Señor contador, usted se postula para ser el nuevo intendente, haga todo lo posible para que esto se realice y así podamos rescatar la historia y la cultura de tantas familias ferroviarias que esperan revivir su pasado y gozar del presente.
Lo saludo atentamente.
Risiere Bettiol, maquinista jubilado
DNI 6.579.444
Contra la discriminación en boliches
Este año electoral me gustaría saber quién se va a plantear una solución a la discriminación en el ingreso a los boliches.
La noche del sábado 11 de abril (aproximadamente a las 3 de lo que ya era la jornada del domingo) me presenté al boliche bailable Quinoto, en Villa Nueva. Al intentar ingresar, un señor -conocido popularmente como Bernardo- me negó el ingreso sin ningún tipo de explicación.
Considero esa negativa como un atropello y un acto de discriminación flagrante. Me gustaría saber qué hay de distinto en mi persona respecto a las otras. No tenía intención de ingresar gratis; sólo quería divertirme un rato de manera sana, como cualquier chico de mi edad, ¡pero no! Imponen la discriminación y el atropello sobre mi persona, prohibiéndome el ingreso sin ningún tipo de explicación.
Si bien el establecimiento es privado, no deja de brindar un espectáculo público. Por eso, espero que las autoridades de Villa Nueva consideren este hecho y todos los hechos similares para poder realizar un control más minucioso y efectivo sobre estos boliches, ya que la discriminación es una de las formas más dolorosas de la violencia, pero es, muchas veces, invisible a los ojos de la sociedad (lo cual no le quita su carácter de injusta al igual que cualquier otro tipo de violencia).
Presenté la correspondiente denuncia en el Registro de Empresas y Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia (Rencap) y espero que tomen cartas en el asunto, más allá de la ausencia de la Municipalidad de Villa Nueva.
Leandro Rubiolo
DNI 38.018.981