“Hay una crisis política muy grande, y lo más importante de esa crisis es que la Izquierda aparece como una alternativa, una vía de solución que no es lo que viene hasta ahora, sino diferente”, sostuvo ayer Eduardo Salas, candidato a legislador por el Frente de Izquierda y los Trabajadores tras pasar ayer por la ciudad para reunirse con referentes locales del Partido Obrero.

Salas, quien por primera vez encabeza la lista de candidatos a legisladores, ponderó su partido por sobre “una oposición disgregada”. “Esta elección para el Frente de Izquierda es diferente, porque no aspiramos a renovar una banca, sino a tener un fuerte bloque de legisladores”, aseguró.

Salas justifica sus dichos al explicar que “según las encuestas, estamos en condiciones de tener de tres a cinco  legisladores, y le da a la candidatura de Liliana Olivero a la Gobernación el 6,3%”, además de resaltar que “salimos terceros en Salta, en una elección que para nosotros no es un techo sino un piso, porque triplicamos la elección de  2011 para gobernador, y mantuvimos la votación que hicimos en las PASO 2013, y salimos terceros en Mendoza”.

“Por otro lado hay un fuerte desarrollo del Frente de Izquierda que tiene posibilidades de presentarse en entre 20 y 25 intendencias por primera vez en la provincia”, agregó.

Este crecimiento al que hace referencia Salas de su partido, se debe a que “los partidos tradicionales están en proceso de disgregación; en Mendoza iban todos juntos, Masa, Macri, los radicales, etéctera, una misma lista, pero en otro lugar van todos enfrentándose”.

 

En Córdoba

 

Para Salas, en Córdoba “tenemos un proceso de una profunda derechización de las propuestas políticas, porque Juez va con Macri, y va con Ruitort, pero yo me pregunto si la gente se acuerda que Juez se hizo famoso porque la denunció a Ruitort por corrupción, y va atrás de todos los demás”.

Además, está la candidatura de Aguad, Mestre y Accastello que es la versión derechista del Frente para la Victoria, en ese cuadro, no hay alternativa por izquierda, y por otro lado los partidos se disgregan ante el hecho de que no dan salida a los problemas del pueblo”, consideró.

A su vez, criticó a Eduardo Accastello y a José Manuel De la Sota porque “lo interesante es que ambos están buscando una salida para un problema”. “De la Sota necesita una referencia nacional, entonces negocia con todo el mundo, es casi el ejemplo más completo de la disgregación política, y Accastello necesitaba a De la Sota para ver si podía meterse en la provincia”, opinó, y concluyó que “así es que 45 días antes, los partidos históricos de Córdoba no tienen en claro el panorama ni quiénes son concretamente los candidatos”.

 

A nivel nacional

 

“El kirchnerismo está terminado”, sentenció el candidato del Partido Obrero, al mencionar que “van a ir atrás de Scioli, un hombre que el propio kircherismo decía que era de las corporaciones, que era el hombre del imperialismo, y demás, esa es la carta de salvación del que tienen”.

Pero, además, consideró que “la oposición es un cambalache, porque la Unión Cívica Radical le quiere alquilar el partido a Macri, un hombre que no tiene nada y que capaz que lo único que tiene está dividido, porque puede perder en la Capital”.

 

En la ciudad

 

Tanto en Villa María como en Villa Nueva, planteó Salas, el objetivo es “dar una lucha política porque para nosotros ingresar en los Concejos Deliberantes es la consigna principal”. “La izquierda tiene que estar en el Concejo Deliberante, en la Legislatura y en el Congreso”, remarcó.

Además, como propuestas principales del Frente de Izquierda, adelantó, entre otras cosas: “Vamos fuertemente a terminar con la precarización laboral, prohibir los despidos y suspensiones, provocar una reorganización de la industria en función de intereses más generales”.