La situación de la planta fabril de alimentos Santa Clara (ex-Nestlé) tiene en vilo a numerosas familias que ven peligrar la continuidad laboral.
Una reunión, que tuvo lugar ayer entre directivos de la empresa y el apoderado legal del gremio, puso en alerta y movilización a la conducción del sindicato de la alimentación y a la CGT liderada por Edgardo Garmendia.
“La realidad de la planta es que quieren despedir gente, estamos muy preocupados porque hablamos de entre 80 y 90 puestos de trabajo”, expresó a EL DIARIO el secretario General del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), Martín Páez, quien llegó a nuestra Redacción acompañado por Garmendia y Salas, integrantes de la comisión.
“Hace 40 días que la planta está parada. Los representantes de la empresa dicen que van a empezar con el retiro voluntario, que en realidad es un despido encubierto y si nadie acepta irse, ¿qué va a pasar?”, sostuvieron los referentes de los trabajadores.
Los sindicalistas no están dispuestos a perder tiempo y tienen en mente una serie de acciones para evitar los despidos; no descartaron, incluso, llevar adelante la “toma de la planta” ubicada en la avenida Carranza de Villa Nueva.
Entre los planes inmediatos está también hablar con el intendente de dicha ciudad, Guillermo Cavagnero, y hacer una movida política para que los dirigentes y candidatos se “interioricen sobre la incertidumbre laboral que afecta a 90 familias”.
Hoy, el sindicato de la alimentación hará una asamblea en su sede para hablar con los empleados.
“No es negociable ninguna fuente de trabajo; vamos a utilizar todos los recursos para defender a cada uno de los trabajadores”, expresaron.
Durante la charla con nuestro matutino, recordaron que la planta ya pasó por cuatro ventas y “nunca dejaron solos” a los trabajadores.
En esta oportunidad, la preocupación se extendió a todos los gremios de la CGT que van a estar acompañando las medidas que tomen los referentes de STIA.
Lo veían venir
Los dirigentes gremiales ya veían venir la situación de riesgo: “Los rumores andaban corriendo hace varios días; no había producción y empezó a circular el rumor de que la planta estaba en venta”, comentó el grupo de STIA integrado por Páez, Fernando Rosso, Cristian Novarese, Rodrigo Sodero y Leonardo García.
Frente a los trascendidos, el gremio pidió que viniera a la planta algún directivo de la empresa para explicar la situación y despejar dudas.
“El viernes pasado vino el gerente de la planta, Guillermo Divita, y nos dijo que la planta no estaba bien, que estaban buscando una inyección económica para reactivarla y que no estaba a la venta”.
En ese momento había expectativa, pero en pocas horas todo cambió. “Durante el transcurso del fin de semana se habría caído la inversión y para ellos la solución es reducir el personal”, contó Páez.
Con el apoderado
Esta semana, el secretario general de STIA recibió una llamada de una directiva de la empresa para pautar una reunión con él en forma individual.
“Le dije que no, que nosotros vamos todos a la reunión. Finalmente hoy (por ayer) se encontraron con nuestro apoderado legal (el doctor Sobrino) y le plantearon que van a largar el retiro voluntario para todos los que se quieran ir”, señaló Páez.
Para los representantes de los trabajadores, el retiro voluntario es “un despido encubierto”.
También, frente a esta situación, se preguntan qué hará la firma si nadie se quiere ir.
La preocupación se acrecienta pensando que pueden empezar a llegar los telegramas en las próximas horas.
Para los dirigentes gremiales, a la empresa “no le va mal”. “No pierde plata, no está en crisis. Tal vez no ganan lo suficiente, pero crisis es que la gente se quede sin trabajo”, señalaron.
Cabe destacar que la fábrica villanovense es propiedad del Grupo Los Lazos, uno de los complejos agroindustriales más importantes del país.
En la planta de la avenida Carranza producen leche entera para el Estado y bebida energizante, entre otros productos.