Mario Bragachini anunció que en junio comenzará a funcionar un tambo íntegramente robotizado, que consta de dos máquinas que tienen la capacidad de ordeñar 70 vacas por día cada una.
La novedad radica, además, en que el ganado tiene un collar que detecta situaciones de cada animal. Si está en celo lo lleva directamente a inseminación, si manifiesta un problema alimentario lo detecta para corregirlo.
“Hay otras experiencias, pero así, integralmente robotizado, es único en el mundo”, dijo.
Entiende que hoy los números no le dan al tambero para aplicar esa tecnología, “pero para eso está el INTA, para equivocarse y hacer desarrollos pensando en el futuro”.