Técnicos de Uruguay, Brasil, Chile y la Argentina, explicaron el camino recorrido para lograr el nivel actual de calidad, comparable con el de las mejores leches del mundo.
Esto se realizó en el marco del Simposio “Evolución de la calidad de la leche en el Cono Sur”, dentro de las Terceras Jornadas Internacionales de Calidad de Leche (JICAL III). Concluyeron que Argentina, Brasil, Chile y Uruguay son los cuatro países de mayor producción de leche de América del Sur. Hasta hace pocos años, carecían de una tipificación por parámetros de calidad de la materia prima, lo que significó un período de estancamiento en la mejora de la calidad de la leche entregada a la industria.
Ante esta realidad, “fue justamente la industria la que instrumentó registros de calidad y tipificación de la leche a través de parámetros, como el recuento de bacterias mesófilas viables en leche (unidades formadoras de colonias) para evaluar la calidad higiénica, el recuento de células somáticas a fin de verificar la sanidad de la glándula mamaria y la detección de residuos de antibióticos, entre otros”, indicaron en el informe de la jornada.
De esta manera, la lechería de estos países se desarrolló al punto de que una gran proporción de la leche recibida por las empresas tiene una calidad comparable al nivel internacional. Además, en forma paralela, se produjo una revolución tecnológica y de manejo de los rodeos que trajo como resultado una mejora sensible de la calidad de la materia prima, a la que se sumó el aporte de la legislación, que constituyó una herramienta importante para el impulso de la mejora iniciada por la industria.
En el simposio disertaron los médicos veterinarios Roberto G. Blousson de la Argentina (gerente de Compra de Materia Prima de Mastellone Hnos.), Athaide Newman R. da Silva de Brasil (jefe de Calidad para América del Sur de DPA, ex Nestlé) y Alfonso Sanhueza de Chile (Consultor Privado) y por Uruguay, Pedro Battistotti de Uruguay (Conaprole-Cooperativa Nacional de Productores de Leche).
En primer lugar, Blousson se refirió al “Mejoramiento de la Calidad de Leche en la República Argentina ”. Señaló que “los valores de la calidad se fueron mejorando en todo el territorio -desde los ‘90- y así llegamos a la crisis de 2002, donde a pesar de los inconvenientes económicos y financieros, los parámetros de calidad no disminuyeron, sino que por el contrario, se fueron afirmando en valores de nivel internacional”.
Athaide da Silva, habló acerca del “Mejoramiento de la Calidad de la Leche en Brasil”. La leche es una cadena importante en la economía brasileña. Puntualizó que “desde 1994 a 2004, la producción creció un 48%”.
Alfonso Sanhueza, presentó la situación de su país en “Mejoramiento de la Calidad de la Leche en Chile”. Recordó que “alrededor del año 1997 y con el fin de incentivar una mejora de la calidad, la industria comenzó a pagar por la leche según su nivel de calidad, incorporando algunos parámetros de tipo microbiológico y de composición, sobre la base de escalas de bonificaciones y/o penalizaciones según los resultados de los análisis”.
Dijo que Chile carece de una legislación de apoyo al mejoramiento de la calidad de la leche; sólo hay programas gubernamentales de control y erradicación de algunas enfermedades como la brucelosis, la tuberculosis y, en un futuro inmediato, la leucosis bovina.
Finalmente, Pedro Battistotti, expuso acerca del “Mejoramiento de la Calidad de la Leche en Uruguay”. De acuerdo con lo que explicó, “la calidad de la leche ha mejorado notoriamente desde la implantación del Sistema Nacional de Calidad (1997), que clasifica la leche en categorías de acuerdo con el recuento bacteriano y el recuento de células somáticas, y deja librado a la industria, la posibilidad de crear categorías superiores con bonificaciones extraordinarias”.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay (MGAP), “el promedio ponderado de recuentos microbianos cayó un 84% desde la instalación del Sistema Nacional de Calidad, pasando de 640.000 a 103.000 el recuento microbiano; mientras que las células somáticas –que al inicio de la serie tenían recuentos ponderados promedio de 511.000 por ml.– hoy arrojan valores de 382.000, marcando una disminución del 25%”.