La conducción nacional de la Unión Obrera de Ladrilleros de la República Argentina (UOLRA) visitó ayer la ciudad de Villa María para interiorizarse al respecto de los allanamientos registrados en distintos establecimientos ladrilleros el pasado lunes, en los cuales se constató trata laboral de personas.

Visitó nuestra Redacción el secretario General del sindicato, Luis Cáceres, quien acompañado por Leandro Vallejos, delegado provincial, y los dirigentes Orlando Ubiedo y Carlos Ballesteros, se mostró molesto porque la UOLRA no fue citada a participar del megaoperativo que dejó como saldo tres detenidos.

Como muestra de esa disconformidad, Cáceres apuntó que “nosotros tendríamos que haber estado presentes en los allanamientos realizados el día lunes. El sindicato tiene que estar presente, porque no alcanza sólo con penalizar”. 

“La intervención de la Justicia y del Estado tiene que estar acompañada por la organización sindical, para ayudar a cambiar esta situación de injusticia”, analizó.

Al mismo tiempo el sindicalista comentó que “venimos realizando en todo el país una pelea contra el trabajo esclavo e infantil y contra la trata laboral, una problemática que se da muy frecuentemente en esta actividad”.

“Hasta ahora no conocemos los pormenores de esta causa, no hemos tenido contacto con la fiscal ni con algún representante de la Justicia, porque no hemos participado del operativo”, reiteró.

 

Tres tipos de trabajo

Seguidamente Cáceres analizó el presente del rubro ladrillero afirmando que “la actividad está dividida en tres sectores”.

“Por un lado están los trabajadores con patrón como, por ejemplo, las fábricas, por otra parte los trabajadores de la economía popular o sea aquellos que se agrupan por emprendimientos familiares a través de cooperativas, y por último el sector donde está el trabajo esclavo e infantil y los indocumentados, a lo que denominamos como patrón oculto, sector en el cual ubicamos la situación de los hornos allanados el pasado lunes”, especificó.

Sobre ese último término señaló que “se refiere a alguien que es dueño de una tierra y que alquila ese espacio a los ladrilleros, algo muy difícil de comprobar porque nunca aparecen los contratos ni las habilitaciones correspondientes”.

“Nuestra función es atacar sobre el patrón oculto, no contra los compañeros trabajadores, porque el explotador es el principal responsable de esa situación de injusticia. Contra ese sector estamos llevando adelante una ferviente lucha, para cambiar esa realidad”, manifestó y al mismo tiempo lamentó, nuevamente en referencia a los hornos allanados el día lunes, que “sabemos que algunos de las personas que estaban siendo explotadas salieron a defender a su patrón y eso se debe al temor a represalias por parte del empleador”.

 

Sobre los perjudicados

A continuación Cáceres habló sobre las personas que fueron encontradas trabajando en condiciones incorrectas. Sobre ellos contó que “queremos trasladar a los compañeros que estaban trabajando allí a otro lugar, garantizándoles el puesto de trabajo y una vida digna”.

“La mayoría de ellos son de nacionalidad boliviana. A raíz de ello estamos realizando un trabajo conjunto con el Consulado de Bolivia y el Gobierno Nacional para que sean respetados los derechos de esos trabajadores”, agregó.

Al respecto también sostuvo que “como los bolivianos vienen aquí a trabajar para subsistir y como no tienen a nadie que los represente, en muchas ocasiones hay malos intencionados que se abusan de esa situación”.

“El 21 de mayo habrá elecciones en la UOLRA y varios compañeros bolivianos van a formar parte por primera vez de la conducción del sindicato”, valoró, pensando en una posible solución “para acabar con el abuso de los hermanos que vienen de Bolivia a trabajar a nuestro país”.

 

“Una lucha sin cuartel”

Por su parte Leandro Vallejos fue contundente al indicar que “este proceso de normalización de la UOLRA se va a seguir dando en toda la provincia”. 

“Seguiremos persiguiendo a los explotadores de nuestros compañeros ladrilleros y esa va a ser una lucha sin cuartel”, avisó.

También opinó que “el principal obstáculo que existe para perseguir a esos explotadores es que muchas veces los trabajadores no saben que tienen derechos”.

“Esos derechos pueden hacer que su calidad de vida mejore considerablemente, que pueden ganar mucho más dinero, que puedan tener a sus hijos en las escuelas y a las mujeres trabajando fuera de los cortaderos”, señaló y concluyó remarcando que “la actividad ladrillera es muy rentable, los explotadores ganan mucha plata y esa plata tiene que ser de los trabajadores”.